Un un país cuya economía ha estado en caída libre durante 21 meses consecutivos y su moneda nacional ha sido pulverizada por la hiperinflación, hay espacios para la reinvención. Así lo creen varios comerciantes quienes lanzaron una propuesta inédita: un Black Friday a la venezolana, que tendrá lugar entre este viernes el domingo. Es la primera vez que en esta nación caribeña se celebra este tipo de negocio, el cual se apalancó en redes sociales.
Por Elizabeth Ostos / infobae.com
Las promociones tendrán lugar tanto en Caracas como el resto de las principales ciudades venezolanas. Los más osados abrirán sus puertas hasta las 12 de la noche, algo inédito en el país.
Centros comerciales, tiendas de ropa, zapatos, electrodomésticos, computadoras y agencias de viajes son algunos de los rubros que intentarán cautivar eventuales consumidores.
Sin embargo, más de uno es escéptico acerca de la posibilidad que las ofertas logren generar algún incentivo: “Vente para San Fernando de Apure (sur occidente) para ver si tienes ventas. Este será un verdadero viernes negro pero por lo precaria de la situación del comercio. Estamos sin luz, agua y puntos de venta para recibir pagos.”, describió a Infobae Pedro Molina, un comerciante de visita en Caracas en búsqueda de mercancía para su zapatería.
“En mi ciudad estamos a la merced del peso colombiano, aun cuando estamos a cuatro horas de distancia de la frontera. Nadie quiere bolívares en ningún sitio; acá en la capital lo que circula es el dólar. Vine al Black Friday para medio surtir mi tienda, no me explico de dónde sacan tantas ofertas”, dice.
El analista financiero Henkel García fue igual de gráfico: “La economía venezolana pasó de lo sublime a lo ridículo. El país pasó de la mayor bonanza petrolera de su historia durante el gobierno de (Hugo) Chávez a no tener recursos. Esto último debido a la destrucción de su industria petrolera y el efecto de las sanciones de los Estados Unidos. Venezuela no está produciendo dólares”.
En diálogo con Infobae, García señaló que “todo este movimiento del viernes negro a la venezolana es una búsqueda de negocios del sector comercio y servicios que ha experimentado una fuerte caída en los últimos años”. “Esto se relaciona con el proceso de dolarización informal y desordenado de la economía venezolana. Maduro evidencia cierto pragmatismo y deja que entren divisas al país, lo cual oxigena un poco al mercado y al comercio, pero esto es cosmético y en nada es una solución de fondo a una economía sancionada y poco productiva”, agregó.
No obstante, aclaró que, predeciblemente, “un porcentaje mayoritario de la población no podrá comprar nada en el Black Friday dado que no todo el mundo tiene acceso a dólares”.
García advirtió a su vez que hasta que no haya un cambio en el panorama político “no se va a recuperar la economía”. Indicó que durante el 2020 seguirá el pragmatismo en el régimen y se seguirán permitiendo operaciones en dólares. “Hay quien viaja al exterior y los trae y usa para hacer sus compras. Otras fuentes de suministro de dinero extranjero en efectivo son vía frontera con Colombia e incluso, actividades ilegales y de contrabando”.
En el Centro Comercial
“Apuesto a que este viernes negro funcione”, dice William Zabala, quien gerencia una tienda de ropa para caballeros al este de Caracas. “Hicimos reuniones con varios colegas y pensamos que era lo correcto ofrecer rebajas y descuentos cobrados en bolívares y en dólares. No vamos a ofrecer mercancía de las últimas temporadas. Serán una o dos de atraso y con eso abaratamos precios. Al venezolano le gusta vestirse bien aunque esté en crisis económica”, explicó a este medio.
En otro local están Jaime y Carlos, estudiantes universitarios. Aseguran que este primer Black Friday es una buena oportunidad: “Para el que vende está bien recibir algunos dólares extra y para nosotros está perfecto porque compramos ropa buena sin necesidad de salir del país o de encargarla mediante tiendas virtuales en los Estados Unidos”, dice Jaime quien se graduará de ingeniero mecánico en marzo de 2020.
Por su parte, Carlos asegura que en sus pasantías en una empresa de telecomunicaciones ganó 75 dólares y los gastará en el Black Friday criollo. “Estudio ingeniería de sistemas y todo lo que se hace en mi sector se paga en moneda americana o con euros, así que haré una larga fila para comprar zapatos deportivos. Ya me anoté en una lista de espera en una tienda y sé que sacaré algo bueno. Espero que el año que viene esto sea una locura de precios y de rebajas pues no me iré de Venezuela, como lo ha hecho tanta gente”, agregó.
Caja de conversión
Para Aurelio Concheso, dirigente del sector empresarial venezolano, “en la actualidad, en la economía nacional hay una ensalada de circulación de divisas extranjeras: dólares, euros y pesos colombianos. Es una respuesta natural del mercado informal que rechaza al bolívar como medio de pago y se va por lo seguro. Este proceso que vive Venezuela es muy parecido al de Perú y Argentina en las décadas de los 80 y 90 en donde nadie apostaba por las monedas nacionales y todo el mundo se refugiaba en el dólar”, graficó.
A su vez, Concheso indicó a Infobae que “además de la dolarización formal de la economía, es imperativo que no se intervenga en el mercado cambiario, el cual debe trabajar libremente”.
El régimen de Maduro está sancionado por Estados Unidos y esto implica que la Reserva Federal americana no permite el ingreso formal de dólares a Venezuela para surtir al mercado de billetes de forma legal.
Pero no es a pesar de las sanciones, sino tal vez precisamente por ellas que los venezolanos están ingresando dólares a la economía. Venezuela es uno de los países que tiene más ahorro e inversiones en el exterior. Por eso el ahorro venezolano fuera del país es tan robusto. Son masas incuantificables de dinero en bancos del exterior con capitales de origen local. Incluso hay dólares debajo de los colchones e la gente más humilde. Y ese dinero podría gastarse en un Black Friday.
Concheso aseguro que “el mercado se está dolarizando espontáneamente. Los bancos no están prestando dinero en bolívares, una moneda que no vale nada. A las autoridades monetarias venezolanas no les quedará más opción que reconocer que la dolarización está a la vuelta de la esquina. Algo parecido pasó en Argentina en la década del 80 cuando en la economía de ese país circulaban 9.000 millones de dólares en efectivo en el mercado informal antes de que Domingo Cavallo activara la caja de conversión en ese país. En Venezuela sí se puede replicar esta experiencia”, concluyó.