Eve Santiago: De la Democracia Social a la Democracia Liberal

Eve Santiago: De la Democracia Social a la Democracia Liberal

Los venezolanos crecimos con una idea de democracia a partir de la existencia de un estado grande que interviene en la economía, es el promotor del desarrollo, es rico por el petróleo y es el distribuidor de las riquezas, es decir, crecimos con un estado omnipotente, que se caracterizó por el populismo, el clientelismo, el militarismo, el cogollismo, el rentismo, el proteccionismo y el unitarismo. Todo esto trajo como consecuencia la catástrofe que se produce a partir de 1998 hasta el presente.

Durante estos años de democracia hemos experimentado un modelo político donde el estado no sirve a los ciudadanos, sino, donde los ciudadanos somos súbditos del estado.

Cuando observamos los países donde se han producido los mayores movimientos migratorios, vemos que se dan en países que se encuentran bajo un régimen socialista, tal es el caso de: la Alemania Oriental, los que escapaban de la URSS, los balseros cubanos y hoy día, nuestros hermanos venezolanos. Esta es la representación más evidente de entender por qué el socialismo no sirve y el liberalismo sí.





En el liberalismo el estado es pequeño, eficiente y fuerte, esta al servicio de los ciudadanos, y no, a los ciudadanos al servicio del estado. Es un sistema donde se respeta la libertad individual, porque se cree en la capacidad de cada individuo para que, con su conocimiento, pueda crecer y desarrollarse hasta donde quiera, producto de su trabajo y goce de los frutos de su esfuerzo.

En el Liberalismo se respeta la propiedad privada, hay protección de los pilares de la economía, tales como el ahorro, las inversiones, la adquisición de bienes y los contratos; se brinda confianza a la sociedad, con las reglas claras y respeto a cada individuo, lo que estimula el crecimiento y el desarrollo de los proyectos individuales y por consiguiente el fortalecimiento de la sociedad.

El liberalismo fomenta el libre mercado en todos los sectores, podemos elegir, “votar” qué y cuánto queremos consumir de algún producto, tal y como lo hacemos con nuestros dirigentes políticos, cuando ejrcemos con nuestro voto en las urnas el dercho de eleguir porque disponemos de nuestro dinero como queramos, pues la riqueza es generada con trabajo, conocimiento y esfuerzo individual.

En Venezuela ya vivimos por muchas décadas la experiencia cruel y criminal de lo que es el socialismo, vegetariano y carnívoro. La tarea ahora es erradicarlo de raíz de nuestra sociedad. Es hora de avanzar hacia la democracia liberal…