Una semana después de las elecciones de Hong Kong en las que el bloque prodemocrático obtuvo una victoria aplastante, los ciudadanos regresaron hoy a las calles en protestas menos masivas, pero que auguran que el movimiento está lejos de parar.
Después de dos semanas relativamente tranquilas, los manifestantes volvieron a hacerse visibles en tres marchas autorizadas en diferentes partes de la ciudad, lo que muestra que el movimiento de protesta sigue vivo.
Miles de ciudadanos se reunieron en la zona turística de Tsim Sha Tsui en Kowloon y, bajo el lema “Nunca olvides por qué empezaste”, reiteraron las cinco demandas que los manifestantes llevan meses pidiendo, entre ellas el establecimiento de un organismo independiente que investigue la brutalidad policial y la introducción del sufragio universal.
Marcharon pacíficamente al distrito adyacente de Hung Hom, donde hace quince días se produjeron violentos enfrentamientos con la policía, que desencadenaron el polémico cerco a la Universidad Politécnica, que terminó el viernes tras 13 días.
“El mes pasado, muchos luchadores valientes resultaron gravemente heridos. Entonces, la gente está tomando un respiro. Pero mientras el Gobierno no atienda las demandas de la gente, no vamos a detener la lucha. Creo que solo se necesita un desencadenante, un incidente inesperado para que la gente se levante nuevamente”, apuntó Sunny Chan, un manifestante de 26 años.
Además, cerca de un millar de personas participó en la marcha que tuvo por objetivo agradecer a Estados Unidos la aprobación de la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que ha generado la ira de China: Pekin amenazó a Washington con represalias si “continúa inmiscuyéndose” en sus asuntos y llamó a consultas al embajador estadounidense.
En la primera marcha de la jornada, bajo el lema “los niños no quieren gases lacrimógenos”, cientos de participantes -muchos padres con hijos- se reunieron en una plaza del distrito de Central para protestar contra el uso de gases lacrimógenos por parte de la policía.
“El movimiento no va a terminar pronto. Hay muchos problemas que el Gobierno aún tiene que resolver. Me preocupan los efectos a largo plazo del gas lacrimógeno en mis hijos”, contó a Efe Ho, una madre de dos hijos.
En los más de cinco meses desde que comenzaron las protestas en junio de 2019, la policía de Hong Kong ha disparado más de 10.000 descargas de gas lacrimógeno en toda la ciudad, una situación que ha generado preocupaciones de salud pública sobre la posible liberación de dioxina.
Aunque las autoridades de Salud han dicho que no hay evidencias de esto, la policía se ha negado a revelar los ingredientes químicos en el gas lacrimógeno, citando “necesidad operativa”.
Hong Kong se encuentra en estado de agitación desde principios de junio, cuando millones de personas salieron a las calles protestando contra un temido proyecto de ley de extradición que habría permitido enviar sospechosos desde Hong Kong a China continental.
El domingo pasado, las elecciones locales del consejo de distrito tuvieron una tasa récord de participación del 71,2 % y el bloque prodemocrático obtuvo una victoria arrolladora, asegurando cerca de 400 de los 452 escaños. EFE