Productores agrícolas del país están pagando caro las consecuencias de la escasez de combustible y han encendido las alarmas por el desabastecimiento de alimentos que arrastra esta situación en las zonas urbanas. Fernando Camino, expresidente de Fedeagro indicó que el transporte de comida está paralizado en un 70%, y las pérdidas económicas son millonarias en el campo, por las fallas en el suministro de gasoil, principalmente.
Por Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara
“Los rubros como la papa, el pimentón, el tomate son perecederos. Esos alimentos no han podido ser transportados de zonas como Mérida, Trujillo, Táchira, hacia el eje centro, norte y costero del país”, indicó Camino.
La situación ha generado el incremento galopante de precios de hortalizas y verduras. El miembro de Fedeagro, también indicó que en los estados Portuguesa, Cojedes y Apure, se mantiene varada la distribución de carne y queso hacia zonas como Caracas.
“La escasez de combustible es de vieja data, pero notamos que en las últimas semanas se ha agudizado creando una catástrofe alimentaria”, denunció.
El experto considera que la situación agravará los niveles de hambre en el país. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Venezuela este año registró más de 6.8 millones de personas con desnutrición, siendo la nación con más inseguridad alimentaria en el continente latinoamericano.
Trabajo perdido
En municipios foráneos de Lara, la situación es devastadora. Amílkar Marcano, presidente de la Asociación de Comerciantes de Quíbor, informó que los cultivos de cilantro, ají dulce y tomate, se han perdido, por la di? ficultad que tienen los agricultores para obtener gasoil y destinarlo al funcionamiento de los tractores y el sistema de riego.
“El campo ya está mecanizado. Se requiere una reserva de diesel importante para sacar a flote la cosecha. En el municipio hay siete estaciones de servicio, y aunque en la mayoría llega una cisterna de Pdvsa, una persona puede perder hasta 24 horas en cola esperando llenar el tanque de sus vehículos”, expresó.
Productores y comerciantes han tenido que ingeniárselas para disminuir las pérdidas económicas. “Los mercados populares del propio municipio han sido una opción para ofertar estos alimentos, que han dejado de enviarse a lugares como Mercabar o la capital por el caos del combustible”, precisó.
Comunicó que aunque funcionarios de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI), han indicado que permitirán las ventas de combustible en bidones para los productores agrícolas, el suministro se hace con restricciones.
“Se están tramitando los permisos requeridos para que a esos productores adquieran gasolina. Lo que le solicitamos a la Alcaldía de Jiménez y al gobierno regional, es que autoricen bombas preferenciales para los agricultores, para que no pierdan cosechas que han trabajado por años y que representan todo una inversión”, explicó.
También aseguró que “el único rubro que ha aguantado en medio de la escasez de combustible ha sido la cebolla, que tiene un ciclo de vida más largo que los cultivos de aliños verdes”, mencionó Marcano.
Fernando Camino también indicó que se ha elevado el riesgo de inversión en el campo. “Un día sin riego incide en la calidad del cultivo”, declaró.
Camino sostiene que la escasez de combustible se suma a las plagas que afectan la agroindustria, en todos sus ámbitos, situación que no ha podido mejorar en este 2019.