Tras el anuncio de la asociación de Richard Branson presidente de Virgin Group con Brightline, el nuevo servicio ferroviario de pasajeros de alta velocidad de Florida, un tren llevó al multimillonario británico, junto a diversas personalidades y periodistas de Miami hasta West Palm Beach en poco más de una hora y luego regresó. El viaje transcurrió sin problemas.
Probablemente fue un gran alivio para el personal ferroviario que lleva el moderno tren amarillo a 79 millas por hora por algunas de las ciudades más densamente pobladas de la Florida y ha tenido que lidiar con una siniestralidad superior al promedio nacional.
La primera muerte que involucró a un tren Brightline, inaugurado oficialmente en enero de 2018, ocurrió en julio de 2017, durante las pruebas.
Desde entonces, el número ha crecido hasta 40 accidentes fatales, una tasa de más de uno por mes y aproximadamente uno por cada 29,000 millas (47,000 kilómetros), según un análisis de la Administración Federal de Ferrocarriles.
Esa es la peor tasa de mortalidad por milla de los 821 ferrocarriles de la nación, según publicó la agencia de prensa AP.
Según la Policía y los informes federales, ninguna de las muertes de Brightline fue causada por un error de la tripulación o sus equipos. La mayoría ha sido suicidios, y el resto son causadas por automovilistas impacientes, peatones o ciclistas que calcularon mal la velocidad de los trenes e ignoraron las campanas, las barreras, las luces rojas y otras advertencias.
Es importante señalar que se ha encontrado drogas, alcohol o ambos en las autopsias de muchas de las víctimas, señala el informe.
El presidente de Brightline, Patrick Goddard, expresó que aunque las muertes no son culpa de la compañía, él y sus colegas necesitan tener el número bajo control. “Esto es algo que nos obsesiona. … Es trágico “, señaló Goddard.
Cada muerte golpea emocionalmente a los miembros de la tripulación de Brightline e interrumpe las operaciones, a veces durante horas.
“No hay nada que desearíamos más que ese número baje a cero”, sostuvo el ejecutivo.
Es por ello que la compañía está trabajando con grupos de prevención del suicidio y experimentará con detectores de movimiento infrarrojos y drones para patrullar pistas.
Los drones tendrán cámaras para detectar a las personas que se demoran, como suelen hacer quienes contemplan la idea del suicidio. Estos artilugios llevarán altavoces a través de los cuales los operarios de los drones podrán hablar con el potencial suicida.
Los operarios de los drones también alertarán a la Policía y advertirán a los operarios del tren.
Por otra parte, la compañía también está levantando cercas y barreras de plantas en áreas problemáticas, colocando barreras de cuatro vías en los principales cruces de carreteras y hablando con las ciudades sobre la eliminación de los cruces de calles laterales.
Además, se distribuirán carteles publicitarios con teléfonos de prevención del suicidio.
“Hay pocos ferrocarriles que han hecho más para mitigar este tipo de problemas”, explicó Goddard.
Brightline, que adquirió el nombre de Virgin Trains USA cuando se asoció con Branson, opera diariamente alrededor de 17 trenes entre Miami y West Palm Beach (67 millas (107 kilómetros)) y planea expandir otras 170 millas (274 kilómetros) a Orlando para 2022.
En ese nuevo segmento, los trenes alcanzarán velocidades de 125 millas por hora (200 kph) cuando viajen a través de tierras de cultivo menos densamente pobladas. Ese mismo año planea abrir una línea que conecta el sur de California y Las Vegas, donde se viajará a velocidades máximas de 150 mph (240 kph). Además spera agregar el servicio en Texas y otros estados.
La Administración Federal de Ferrocarriles no hizo comentarios directos sobre Brightline y dijo en un comunicado que su “máxima prioridad es la seguridad” y que trabaja en estrecha colaboración con los ferrocarriles para reducir los accidentes mortales. Los trenes estadounidenses atropellan fatalmente a más de 800 personas al año, un promedio de aproximadamente 2.5 por día. Cerca de 500 son sospechosos de suicidio.
Los informes federales presentados por Brightline y otros ferrocarriles después de cada muerte generalmente describen el siguiente escenario: el ingeniero vio a alguien en las vías, tocó la bocina y pisó el freno de emergencia, pero la persona fue atropellada. Un tren Brightline de alta velocidad tarda un cuarto de milla en detenerse.
Los informes de la Policía local son mucho más horripilantes, particularmente en sus descripciones de lo que le sucede a una persona atropellada por un tren.
El operario y el maquinista, después de haber visto el terror o la desesperación en la cara de la víctima, a menudo están angustiados, señala el reporte de los policías. Varios operarios y maquinistas de Brightline han sido testigos de numerosas muertes, algunas con solo semanas de diferencia.
Goddard explicó que los miembros de la tripulación tienen tres días de descanso después de un accidente fatal. Y además pueden recibir asesoramiento psicológico inmediato. Grupos de terapeutas están siendo ubicados en los lugares de trabajo para que estén disponibles y la compañía está considerando hacer sesiones de terapia grupal.
“Aunque no es su culpa, sienten que sí lo es… y muchos de ellos sufren”, dijo Goddard.
La compañía se negó a poner entrevistar a alguno de los operarios que haya sufrido la experiencia de atropellar a alguien para hacer comentarios.
Aún no queda claro por qué Brightline tiene tantas muertes; muy superior a otros ferrocarriles del área. Brightline comparte vías con Florida East Coast, una compañía de carga que reportó una muerte por cada 160,000 millas (258,000 kilómetros) durante los últimos dos años, en comparación con la muerte de Brightline por cada 29,000 millas (47,000 kilómetros).
El servicio de cercanías Tri-Rail que recorre vías cercanas tuvo una muerte aproximadamente cada 110,000 millas (177,000 kilómetros). La mayoría de las otras líneas urbanas de pasajeros en todo el país tienen un promedio de al menos 100,000 millas por atropellos, algunas veces más.
El psicólogo Lanny Berman, que estudia suicidios en trenes, dijo que es probable que sea la velocidad de los trenes de Brightline, su color brillante y novedad lo que atrae a los suicidas. “Se notará que tiene velocidades más rápidas y que es más letal”, expuso Berman, ex director ejecutivo de la Asociación Americana de Suicidología.
Incluso, si se pudieran reducir los suicidios, sería poco lo que parara a los conductores, peatones y ciclistas que cruzan las vías tratando ser más rápidos que el tren.
Brightline quiere sanciones estatales más severas por conducir cerca de las barreras, esperando que eso les haga desistir. “Estas personas ha querido ahorrarse un par de segundos, y ha muerto en el intento, enfatizó Goddard.