El expresidente de Zimbabue Robert Mugabe, que falleció el pasado 6 de septiembre, dejó diez millones de dólares en una cuenta bancaria local y posesiones que incluyen diez automóviles, cinco casas y una granja sin testamento con beneficiarios, informó este martes el diario estatal “The Herald”.
Zimbabue, de 95 años, falleció en Singapur, donde estuvo hospitalizado durante meses a causa de un cáncer de próstata avanzado.
Según una lista publicada en “The Herald”, las posesiones de Mugabe incluían una granja y cuatro casas a las afueras de Harare, así como una vivienda y terrenos en su pueblo natal de Zvimba, al oeste de la capital zimbabuense.
“Hasta ahora, no hemos podido localizar un testamento, pero hemos enviado consultas a otros bufetes de abogados”, aseguraron sus abogados en una carta.
“En este sentido, quizás el patrimonio pueda ser tratado como intestado (sin testamento) por ahora”, indicaron en la misiva.
El periódico estatal informó de que se había programado una reunión para este jueves a fin de designar a un funcionario para resolver el asunto.
LA VIUDA E HIJOS SERÍAN LOS BENEFICIARIOS
La viuda del exmandatario, Grace Mugabe, figura como el único cónyuge sobreviviente, mientras que sus tres hijos (Bona, Robert Junior y Bellarmine), y el hijo del primer matrimonio de Grace, Russel, figuraban como sus hijos sobrevivientes.
Los expertos legales dijeron al periódico que un albacea testamentario distribuiría los activos entre estos cinco beneficiarios en ausencia de un testamento.
Durante sus 37 años en el poder, muchos fueron los rumores de que Mugabe había acumulado una riqueza mucho mayor que las propiedades que publicó “The Herald”, lo que ha generado la sospecha de que algunos activos del expresidente podrían estar no declarados.
En ese época, circulaba la información de que la familia de Mugabe poseía hasta 13 granjas, aunque se creía que algunas de ellas no pertenecían al entonces gobernante sino a parientes cercanos.
Entre estas se encuentra Gushungo Estate, una antigua granja lechera de propiedad blanca que fue asignada a Grace Mugabe bajo el controvertido programa de reforma agraria, por el que se forzó a los dueños blancos de unas 4.000 granjas a redistribuirlas a agricultores negros, y en la que se construyó una fábrica de yogur y otros productos lácteos.
MANSIÓN EN HONG KONG
En enero pasado, el diario hongkonés “South China Morning Post” informó de que una mansión que la familia poseía en Hong Kong se vendió por 4,3 millones de dólares.
A la familia de Mugabe se le ha permitido seguir viviendo en Harare, a pesar de que la exmano derecha de Mugabe y actual presidente del país, Emmerson Mnangagwa, forzó su retirada hace dos años en un golpe respaldado por el Ejército.
Después de la muerte de Mugabe, se supo que su mansión palaciega en el norte de Harare estaba registrada a nombre de su partido, el ZANU-PF (Unión Nacional Africana de Zimbabue – Frente Patriótico), aunque desde entonces esa formación ha dicho que transferirá la propiedad a la familia.
El régimen de Mugabe se caracterizó por la represión de sus opositores, elecciones de dudosa credibilidad, falta de libertades para su pueblo y una total ruina de las arcas del Estado, pese a que en muchos países de África todavía es venerado como un luchador icónico por la libertad del continente, un héroe de la independencia nacional y un luchador contra el dominio colonial blanco.
Mugabe dimitió a finales de 2017 forzado por un golpe militar y, desde entonces, quedó políticamente aislado, pero con una vida cómoda garantizada por el Gobierno de Mnangagwa, quien en público siempre habló de él con reverencia. EFE