Lágrimas de dolor rodaban por las mejillas de Luis Pacheco porque había perdido la lucha que tuvo para mantener a su nieto con vida. Edgardo Vladimir Pacheco Colmenarez de 24 años, alias “Farruko”, quien llevaba preso 3 años en el Destacamento de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional (Desur-GNB), murió el viernes presuntamente por una bacteria en el estomago.
Por Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara
“Yo presentía que algo malo pasaría algún día porque él agarró la calle. Guardaba su cédula por si algo así pasaba”, confesó Pacheco en la morgue de Barquisimeto.
El abuelo estaba muy triste. Contó que a los 19 años “Farruko” decidió repentinamente irse de la casa en La Cuesta Santa Barbara. “Yo lo busqué por plazas, licorerías, barrios, paradas, hospitales, hasta que después de dos años lo vi en la plaza Bolívar, ahí le dije que volviera a la casa y me contestó que alguien los había rescatado, no se a que se refería, pero siempre intenté cuidarlo”, contó.
“Farruko” andaba con otro tipo mayor que él. Hace aproximadamente 3 años y medio cayó detenido por robarse “un pedazo e’ celular”, dijo su abuelo. El chamo quedó preso en el Desur mientras lo procesaban, pues no tenía cédula y se extendió el proceso judicial. “Yo no supe si no fue después de un año, porque la mamá vive en otra parte y fue la que me dijo. Yo de una vez lo fui a visitar, me decía ‘epa Luis búscame la cédula, tráeme comida”, narra Pacheco.
El abuelo cada vez que podía y tenia, le llevaba su comida. En agosto, por problemas familiares, Pacheco dejó de alimentar a “Farruko”. “Cuando volví a principios de noviembre ya mi muchacho estaba así, desnutrido, nadie más lo visitó y estaba vomitando, me decía que tenia fiebre, diarrea y se sentí débil”, dijo.
Ante la fiscalía 13, el abuelo pidió dos traslados al hospital. El 7 de noviembre donde solo le hicieron revisión y el 27 de noviembre, ya estando mas grave, le mandaron hacerle exámenes que el abuelo no pudo pagar. “Farruko” se vio mal la ultima semana, hasta el viernes a las 6:00 de la mañana, cuando murió dentro el calabozo.
“El corazón se me arrugo cuando lo vi, se me puso chiquito. Si las almas andan por ahí la suya sabe que yo hice de todo por el, no lo deje solo, no lo abandoné. Hasta el ultima dia, hasta hoy (viernes) yo fui a verlo porque presentía algo y me encontré con esta amarga noticia”, dijo el abuelo mientras lloraba.