Lo más perturbador del caso de Ted Bundy es que, cuando no estaba asesinando mujeres, llevaba una vida normal, era carismático, elocuente, inteligente y amable, tenía novia y ayudaba a criar a su hija como si fuera de los dos. Elizabeth Kloepfer jamás se imaginó que el hombre que jugaba con su hija todos los días fuera responsable del violento asesinato de decenas de mujeres en varios estados del país.
Así lo reseña gq.com.mx
Sin embargo, fue Elizabeth la que le dio el nombre de Ted Bundy a la policía y, finalmente una de las responsables de que descubrieran su identidad y pudieran poner fin a la ola de crímenes que habían estado sucediendo.
Cuando Bundy fue detenido, el mundo se enteró de las atrocidades que había cometido, pero muchos no podían creer que ese hombre normal, atractivo y con una familia pudiera ser el responsable de tanta violencia.
¿Cómo era posible que su familia no lo supiera? ¿cómo era posible que una madre dejara a su hija convivir con un asesino serial? ¿nada las hizo sospechar? Como en todos los casos de crímenes, la familia de Bundy fue cuestionada y el interés por Elizabeth y su hija hizo que les fuera casi imposible salir de su casa sin ser acosadas por periodistas buscando respuestas a esas preguntas.
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