Un nuevo estudio denota que el índice de alquiler de viviendas en la ciudad de Miami ha subido vertiginosamente en los últimos 10 años, lo que a su vez revela que el porcentaje de propietarios ha disminuido de tal manera que pone en juego la voluntad del sueño americano.
Según el reporte publicado por la firma nacional proveedora de alquiler Rent Café, más de las dos terceras parte de la población en Miami, exactamente el 67%, opta por alquilar la vivienda, lo que significa que solo el 33% es propietario del inmueble, o al menos está camino de serlo.
En otras palabras, más miamenses optan por alquilar porque no pueden reunir el 20% del precio del alto precio de comprar una vivienda de 200.000 dólares o más, que usualmente los bancos piden para otorgar una hipoteca.
De hecho, la ciudad de Miami, con su medio millón de habitantes, figura en el puesto número 6 de la nación con menor proporción de propietarios: un incremento de 3.5% de alquileres frente a solo 2.4% de aumento en la cantidad de propietarios en los últimos 10 años.
En la periferia de la ciudad, donde se perfilan las municipalidades de Miami Beach, Hialeah y Coral Gables, el aumento de alquiler supera el 18%, mientras en los suburbios, léase Homestead e incluso Kendall, la cifra supera el 20%.
Durante estos años, precisamente entre 2010 y 2019, la zona metropolitana de Miami, que abarca el condado Miami-Dade que suma tres millones de habitantes, reporta la construcción de 80.000 nuevas unidades de viviendas para alquilar, lo que sitúa a la zona geográfica entre las siete del país con mayor cantidad.
“Si miramos alrededor notaremos que el mercado de alquiler va en aumento. Vemos nuevos edificios que no ponen a la venta las unidades, solo las alquilan, y eso significa que la posibilidad de venta es menor que antes”, comentó el contador público Frank Ramos, propietario de Ramos CPA Services, en Miami.
Peligro
Hace apenas un año, la firma consultora Knight Frank, fundada en Londres en 1896, afirmó que Miami ocupa el puesto número seis entre las ciudades del mundo con mayor volumen individual de riquezas.
Sin embargo, la ciudad también tiene un serio problema de falta de equidad, cuando miles de personas tratan de sobrevivir con 11 dólares al día.
Sólo en la ciudad de Miami, la media de alquiler supera los 1.650 dólares al mes, cuando el salario neto promedio por hogar no supera los 3.433 dólares en efectivo al mes.
En otras palabras, los miamenses podrían estar gastando cerca del 48% del salario para pagar un alquiler, lo que los obliga a prescindir de otros gastos, como puede ser mejores alimentos o incluso cuidado médico.
Entretanto, el pasado mes de julio, un reporte publicado por los investigadores urbanísticos Richard Florida y Steven Pedigo, que han realizado valiosos estudios para Florida Internacional University, señaló que Miami-Dade es la séptima zona metropolitana “menos asequible” del planeta, únicamente superada por Hong Kong, Sydney, Los Ángeles, Londres, Toronto y Nueva York.
Acorde al análisis, más de la mitad de la fuerza laborar de Miami-Dade recibe “salarios bajos” y que mientras vemos altos edificios construirse “y el inventario de apartamentos disponibles crecer, así como el valor a pagar, los salarios no van acorde”.
Y subrayó: “Tenemos una de las economías menos calificadas y más dependientes de los servicios del país”.
Para concluir, el informe aboga por abordar la asequibilidad de la vivienda en “cualquier asunto que tenga que ver con el desarrollo económico” de la zona metropolitana.