El presidente Donald Trump firmó el viernes sanciones de Estados Unidos contra las compañías que construyen un gasoducto entre Rusia y Alemania, que según el Congreso podría dar al Kremlin una influencia peligrosa sobre los aliados europeos.
Las sanciones, a las que se opone la Unión Europea, se incluyeron en un extenso proyecto de ley de gastos de defensa para el año fiscal 2020 y alcanza a compañías que construyen el ducto Nord Stream 2 en el Mar Báltico.
La obra, de casi 11.000 millones de dólares, tiene como objetivo duplicar las entregas de gas natural ruso a la principal economía de Europa, Alemania.
El gasoducto, que está casi completo, pasa por debajo del Mar Báltico, eludiendo a Ucrania.
En un intercambio el viernes con su homólogo alemán, Heiko Maas, el secretario de Estado Mike Pompeo reiteró su “fuerte oposición” a la construcción de Nord Stream 2.
Moscú, por su parte, ha indicado claramente que llevará a cabo este proyecto a pesar de las sanciones anunciadas, que incluyen la congelación de activos y la revocación de visas de Estados Unidos para los empresarios ligados al gasoducto.
El Departamento de Estado ahora debe comunicar los nombres de las empresas y las personas interesadas en un plazo de 60 días.
Uno de los principales blancos es Allseas, con sede en Suiza y contratada por la gigante energética estatal rusa Gazprom para construir la sección en alta mar.
La mitad del proyecto es financiado por Gazprom y la otra por cinco compañías europeas (OMV, Wintershall Dea, Engie, Uniper y Shell).
Desde su inicio, muchos obstáculos se han interpuesto en el camino de este proyecto.
Nord Stream 2 solo obtuvo la luz verde de Dinamarca a fines de octubre para cruzar sus aguas, lo que probablemente retrasará su entrada en servicio, inicialmente programada para fines de 2019.
AFP