Son varios los países que con su ejemplo han demostrado que sí se puede abatir la hiperinflación si se adoptan las medidas correctas en el tiempo correcto. Esto debe servir para que en Venezuela pensemos seriamente en un plan para acabar con este flagelo que ha arruinado a los venezolanos. En ese sentido, el “Plan País” contiene muchas de esas medidas indispensables para recuperar la estabilidad monetaria de Venezuela.
Por José Guerra / lagranaldea.com
Los efectos destructivos de la hiperinflación abracan a los salarios, las pensiones, jubilaciones, el ahorro y en general distorsionan todas las variables económicas y sociales, y además causa inestabilidad política. Las hiperinflaciones siempre se originan como un problema fiscal: El gobierno, cualquiera sea su signo, financia su déficit con impresión de dinero, consecuentemente la moneda se devalúa y los precios empiezan a subir. Usualmente ese fenómeno está asociado a hechos bélicos salvo, entre otros, al caso reciente de Venezuela.
En América Latina, en particular, la hiperinflación fue erradicada en Argentina, Bolivia, Brasil, Perú y Nicaragua con una mezcla de fijación del tipo de cambio, -con excepción de Perú-, una consolidación fiscal que eliminó el déficit fiscal y consecuentemente evitó la impresión de dinero y también con ayuda internacional para poder pagar la deuda externa.
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