El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acudió la mañana de este miércoles a un hospital militar de Brasilia para realizar exámenes de salud. El compromiso no estaba previsto en la agenda oficial.
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A la salida de la residencia oficial, el mandatario, como es ya costumbre, se detuvo unos minutos para hablar con sus seguidores. “Voy al hospital para hacer exámenes de rutina”, dijo consultado por la agenda del día.
Diferentemente de otros días, el presidente permaneció apenas tres minutos en el lugar.
El viernes, Bolsonaro dijo que tenía un hernia en el abdomen, aparentemente consecuencia de las operaciones que fueron necesarias para tratar una puñalada que recibió en esa parte del cuerpo durante la campaña electoral de 2018. Dijo, entonces, que “tal vez” se sometería a exámenes médicos en febrero.
El mandatario de ultraderecha, de 64 años, pasó por cuatro operaciones debido al ataque. La última de esas intervenciones fue en septiembre de 2019.
El lunes, el portavoz de la presidencia, general Otávio Rêgo Barros, dijo que la posibilidad de una nueva cirugía era de “cero”. El martes dijo que no había “previsión de procedimiento de salud a corto plazo”. “Es necesario por las cirugías que él pasó, ser evaluado de tiempo en tiempo”, agregó sin anticipar la revisión médica de este miércoles.
El 23 de diciembre, Bolsonaro estuvo hospitalizado por una noche tras golpearse en la cabeza por una caída en su residencia. Poco antes, el equipo médico presidencial descartó, tras una biopsia, una sospecha de cáncer de piel.
El presidente viaja este jueves con su hija menor al interior de Sao Paulo para completar su receso de fin de año. Debe volver a Brasilia el martes, informó el martes Rêgo Barros.
Con información de AFP