“Yo trabajé en los crematorios. Llevaba personas de las cámaras de gas a los hornos”, recuerda Dario Gabbai.
El exprisionero del campo de concentración de Auschwitz (situado en la Polonia ocupada por los nazis) se refiere a la tarea de retirar los cadáveres de las víctimas judías para llevarlos a ser incinerados.
Gabbai, que ahora tiene 98 años, es uno de los últimos testigos oculares de la Solución Final: el plan nazi para eliminar a los judíos de Europa que acabó con el asesinato de seis millones de judíos.
En el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau, esta es la historia de los Sonderkommandos, los prisioneros judíos que eran obligados a cooperar en el Holocausto.
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