La decisión del presidente Trump en su definitivo y público apoyo para lograr el retorno de la democracia a Venezuela, muestra la necesidad de resolver en el hemisferio occidental un grave problema de inseguridad para los Estados Unidos y la región, así como la clara existencia de una nueva amenaza en el continente. Nueva amenaza es el gobierno de Maduro parte de ese Islam turbulento, que se ha asentado en el Caribe y aparece fortalecido en Venezuela por el castro-madurismo militarizado, que hoy avergüenza a la República. Ese régimen autocrático, que de espalda a la postmodernidad, se empeña ir en contra de las leyes, la libertad y la dignidad de una sociedad para instaurar una ecuación política primitiva, inhumana y, sobretodo, corrupta y peligrosa hasta convertirse en una Amenaza para el Continente.
Por José Machillanda
Trump como actor político internacional, en cuenta de la conflictividad que crece y sufre el hemisferio occidental, insinúa su apoyo acompañado por 59 países democráticos dispuestos a lograr la transición política de los venezolanos. Esta acción definitiva e importante de política internacional, tiene que ser asimilada y entendida por la clase política, por la ciudadanía democrática y por las organizaciones políticas del país. Esos tres factores de la Venezuela democrática están obligados a desarrollar una actitud de apresto político, con la intención de comprender y desarrollar críticas responsabilidades, que significan desplazar la perversión o regresión político del castro-madurismo militarizado.
Trump actor político internacional, asume que la clase política venezolana entenderá que se trata de un proceso político complicado, lento y peligroso, que demanda de una clase política venezolana postmoderna, una actitud inteligente y acuciosa, que sepa leer la variable tiempo, las acciones políticas a desarrollar a lo interno de Venezuela y sobretodo la preparación psicológica, económica y organizacional para la Transición Política en el país. Todo lo anterior, habla de un empeño multinacional, delicado, con imprevistos y, de allí, que la clase política se convertirá por vía de la necesidad en un sólido liderazgo visionario y sobretodo convencido de un modo e importante futuro para la decencia política y la paz.
Trump actor político internacional se imagina que la masa de ciudadanos demócratas convencidos de su dignidad de mujeres y hombres libres, que los llamará a vivir en democracia, estarán dispuestos a participar de manera contendiente hasta mediante la Resistencia Civil para que por la vía de la Desobediencia Civil, desplacen al bestiario político-militarista y se reinstale la Democracia. Democracia donde el individuo está por encima de la Comunidad y el Estado, y las leyes ordenan la República, siendo así, los ciudadanos demócratas desde el 5F en la noche deberán estar activos y dispuestos para actuar inteligentemente y para prepararse para construir la máxima participación política, que requiere una Democracia Real.
Trump actor político internacional requiere que los partidos políticos democráticos venezolanos activen su más intrigante acción organizacional, a objeto de que todas las toldas políticas comprendan la magnitud, compromiso y ejecutorias políticas, por parte de todas las organizaciones políticas responsables del cambio histórico que requiere Venezuela. Cambio hacia una democracia comprometido como el gentilicio del venezolano. De igual manera, con la necesidad impostergable de ejercitar la política desde la cuna de la nación-Estado, ese territorio donde los venezolanos sencillos, reclaman organizaciones políticas consustanciadas con la postmodernidad y con las leyes para construir una verdadera República.
República entendida como lo establece el Contrato Social, donde la Separación de Poderes muestren que se apunta a una Democracia Liberal y Popular, democracia en la cual el gobierno simplifique las tensiones y se valide un Ambiente Político Real que propicie el crecimiento espiritual, económico y social para que se fortalezca la paz y se restablezca el orden social. Ambiente para el desarrollo individual y colectivo en el cual las instituciones sean controladas por las leyes y por una ciudadanía celosa y guardia en cuanto acontezcan en esas instituciones que se llaman primero Gobierno y después Estado.
República con Republicanos, que es lo que se requiere en esta grave coyuntura en la cual UN ACTOR POLITICO INTERNACIONAL y el Gobierno de los Estados Unidos, han tenido que ser el motor-activador-orientador para una Transición Política en un país que resulta confundido y apocopado, frente al primitivismo, brutalidad y corrupta conducta de un régimen autocrático militarista y militarizado con instituciones perversas. Instituciones perversas carcomidas por el facilismo, el simplismo y sobre todo una gran corrupción en los que están abrigadores por el comunismo socialista.
La República y los Republicanos líderes, ciudadanos demócratas y partidos políticos, están llamados al consenso, hacer política, a beber en la fuentes primarias del libertador Simón Bolívar que leyó a Rousseau, David Hume, y construye una serie de Repúblicas para que fueran reales democracias y jamás Estado Cuartel como ha venido ocurriendo en Venezuela atacada por las perversiones del socialismo marxista, violento, compulsivo y de espalda al desarrollo de la postmodernidad de la humanidad. El actor político Trump, la geopolítica y la democracia serán la prueba de la reconstrucción democrática de los venezolanos.
Es autentico,
Dr. José Machillanda
Director CSB-CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 06 de febrero de 2020