Paciente renales no pegan una en Lara

Paciente renales no pegan una en Lara

Los tratamientos para pacientes renales se han dificultado en las últimas semanas por falta de equipos. (Foto: José Nava)

 

En Lara los pacientes renales no tienen garantizada la colocación de fístula para la hemodálisis. De acuerdo a lo denunciado por Daniel Colmenárez, presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal, en los centros públicos de la región no hay cirujanos vasculares que coloquen fístulas (unión de una vena con un vaso sanguíneo que sirve para conectar a los pacientes a las máquinas de diálisis para la aplicación de tratamiento de hemodiálisis), lo que representa un riesgo de muerte para estas personas.

Por Osman Rojas | LA PRENSA de Lara





Según los datos aportados por Colmenárez, en la región hay al menos 150 enfermos que no han sido tratados. El problema se torna mucho más delicado si se evalúa el precio de esta cirugía en centros privados, pues se estima que entre 600 y 700 dólares puede cobrar un médico por la realización de esta operación. “Es preocupante lo que está pasando porque una persona cuando es diagnosticada con problemas renales debe iniciar cuanto antes un tratamiento”.

“Ese es un paso que no se está respetando hoy por hoy en el estado, pues al no haber centros públicos que coloque fístulas los enfermos quedan totalmente abandonados”, dice Colmenárez. El defensor de los derechos humanos de pacientes renales en el estado explica que este problema no es nuevo, pues desde hace un par de años los mismos pacientes se vienen costeando estas intervenciones. “Teníamos convenios con algunos médicos que cobraban montos mucho más módicos y nos atendían”.

“Lamentablemente esos convenios ya no están y ahora los pacientes son totalmente dependientes del sector privado”, dice. Beatriz Leal, médico internista, mostró su preocupación por una situación que debe ser considerada un problema de salud pública pues si el Estado no puede garantizarle la atención a estos enfermos los números de mortalidad sufrirán un aumento representativo.

“Estamos hablando de una enfermedad degenerativa que avanza a pasos agigantados. De no ser tratada las expectativas de un enfermo son muy bajas”, dice. Aunque los pacientes renales podrían aplicarse sus tratamientos por me? dio de un proceso conocido como diálisis peritoneal (consiste en aplicar el tratamiento por medio de un catéter ubicado en las paredes del abdomen) este proceso no es 100% recomendable, pues las personas se exponen a muchas más infecciones.