Bolivia y España acordaron este domingo “normalizar” relaciones tres meses después de la expulsión recíproca de sus diplomáticos por un incidente en la embajada de México en La Paz en que se vieron involucrados agentes de seguridad españoles.
En una reunión de las cancilleres de Bolivia, Karen Longaric, y de España, Arancha González, “se ha acordado normalizar e impulsar las relaciones” de ambas naciones, según un tuit este domingo de la oficina de prensa de la jefa de la diplomacia boliviana.
En otro tuit, Longaric calificó la reunión con González -celebrada en Montevideo en el marco de la asunción del nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou- de “cordial y muy productiva”.
La canciller española confirmó el avance, señalando también en Twitter que en su reunión con Longaric acordaron “iniciar proceso para normalizar nuestras relaciones”.
Bolivia había expulsado a fines del año pasado a dos altos diplomáticos españoles que habían pretendido visitar la embajada de México en La Paz, donde se encontraban refugiados exministros de Evo Morales, que dimitió en noviembre por una convulsión social y se refugió en Argentina.
La expulsión de la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, del cónsul español, Álvaro Fernández, y de un grupo de “presuntamente diplomáticos encapuchados y armados” que, según el gobierno boliviano, habrían intentado ayudar a escapar a las exautoridades bolivianas refugiadas, derivó en un escándalo político.
Seis miembros de la seguridad española que fueron filmados a fines de diciembre, al menos uno embozado, en las inmediaciones de la residencia mexicana en La Paz, visitada por Borreguero y Fernández, fueron también expulsados de Bolivia.
La Unión Europea calificó de “inamistosa” la decisión boliviana, mientras que España expulsó de su territorio en reciprocidad a tres funcionarios bolivianos.
En la residencia de la embajada de México permanecen todavía refugiados los exministros Juan Ramón Quintana y Vilma Alanoca, acusados de sedición y terrorismo por el gobierno, junto a otros altos exfuncionarios del gobierno de Morales, quienes esperan salvoconductos para salir del país.
AFP