El líder independentista Carles Puigdemont urgió este jueves al gobierno español a “reconocer a Cataluña como nación” para avanzar en la mesa de diálogo abierta con el ejecutivo catalán para encauzar la crisis política en esa región.
“¿Cuál ese primer paso importantísimo? El reconocimiento de Cataluña como nación”, que “abriría las puertas a seguir avanzando en las próximas mesas de diálogo, porque se trata de avanzar”, dijo a la AFP en Bruselas sobre su condición para la siguiente reunión.
Aunque Puigdemont se marchó a Bélgica en octubre de 2017 para esquivar la acción de la justicia española que pide su extradición por el intento fallido de secesión de Cataluña, sigue siendo una figura de referencia del movimiento independentista.
Su partido Juntos por Cataluña (JxCat) está representado en la mesa de diálogo por el presidente del ejecutivo regional, Quim Torra, así como con Elsa Artadi, Josep Rius y Jordi Puigneró, vistos como cercanos al ex presidente regional y ahora eurodiputado.
Iniciar este diálogo fue sin embargo la condición de sus socios en el ejecutivo catalán, Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), para sostener al gobierno en minoría del socialista Pedro Sánchez en Madrid y eventualmente apoyar sus presupuestos para 2020.
Un fiasco a la hora de sacar estas cuentas adelante, que deberían permitir un aumento del gasto social, acercaría a Sánchez a la convocatoria de elecciones anticipadas, como ya ocurrió en 2019 cuando le retiraron su apoyo los independentistas catalanes.
El pasado 26 de febrero, el gobierno español de socialistas e izquierda radical inició el diálogo con el ejecutivo catalán, con el que acordó buscar una “solución política” a la crisis y reunirse de manera alterna entre Madrid y Barcelona una vez al mes.
“La forma más clara de que todos podamos tener la confianza de una mesa a la que vamos con mucho escepticismo es que haya avances concretos”, como “reconocer a Cataluña como nación”, reiteró Puigdemont a la AFP en la sede de la Eurocámara.
– “Voluntad política” –
La calificación de esta región del noreste de España como “nación” ya aparece en su Estatuto de Autonomía de 2006, que recoge las competencias de la administración regional catalana, pero que el Tribunal Constitucional acabó matizando en 2010.
Tras un recurso del Partido Popular (derecha) de Mariano Rajoy, que en 2011 acabaría convirtiéndose en primer ministro español, esta corte concluye que el término “nación” no tiene “ningún valor jurídico”, provocando protestas de independentistas.
“El no reconocimiento ya vemos dónde nos ha llevado”, aseguró Puigdemont, para quien su exigencia, que podría crear “bases sólidas en las que edificar acuerdos de largo alcance”, “requiere solo voluntad política” para tirar adelante.
El PSC, la formación del socialista Sánchez en Cataluña y que cuenta en la mesa de diálogo con el ministro de Sanidad español Salvador Illa, también aboga por reconocer a esta región como nación pero dentro de una España “plurinacional”.
Sin embargo, el acuerdo de coalición entre el PSOE de Sánchez y sus aliados de Podemos, recoge que “se fomentará el diálogo en Cataluña”, pero “siempre dentro de la Constitución” que consagra “la indisoluble unidad de la Nación española”.
El éxito o el fiasco de la mesa de diálogo también podría tener consecuencias a nivel regional. Ante la tensión entre los dos socios del ejecutivo catalán -JxCat y ERC-, Torra anunció elecciones anticipadas para 2020, aunque sin precisar la fecha.
Los sondeos apuntan a una victoria de ERC, que disputa el liderazgo del movimiento independentista a JxCAT, pero que podría verse perjudicada si la negociación con Madrid, que impulsó, no empieza a dar sus frutos.
Puigdemont estimó recientemente que la negociación debe finalizar con un pacto sobre un referéndum de autodeterminación en Cataluña y cargó contra sus socios por llevar a cabo, en su opinión, “escapadas en solitario” para lograr un acuerdo con Madrid.
AFP