El número de casos de COVID-19 aumentó este martes en Canadá en 499 y se situó en 2.590 mientras que las muertes se elevaron a 25, cuando las principales provincias del país se preparan para el cierre de todas las empresas consideradas no esenciales.
El mayor aumento de casos se produjo en la provincia de Quebec, donde se han registrado en las últimas 24 horas 385 nuevos casos, lo que coloca el total provincial en 1.013 personas.
En Ontario, las autoridades indicaron que el número de casos aumentó en 85 y se sitúa en 588.
Quebec, junto con Ontario, la provincia más poblada e industrial del país, han decretado el cierre en la medianoche del martes al miércoles de todas las empresas consideradas no esenciales para ralentizar la propagación de la enfermedad.
Hoy, el fabricante de material ferroviario y aeronáutico Bombardier anunció la suspensión de toda su producción en Quebec y Ontario y el despido temporal de 12.400 empleados, un 70 % de su plantilla, ante la decisión de las dos provincias de cerrar todas las actividades no esenciales.
El presidente del consejo de administración de Bombardier, Pierre Beaudoin, declaró en un comunicado que “además de las medidas anunciadas hoy, Bombardier ha eliminado todo su gasto opcional, sigue trabajando en el cierre de transacciones anunciadas previamente y está estudiando nuevas medidas para aumentar su liquidez”.
También hoy, la compañía aérea WestJet, la segunda aerolínea de Canadá, despidió temporalmente a 6.900 trabajadores, alrededor de la mitad de la plantilla, mientras su equipo ejecutivo ha recortado su salario un 50 %, según anunció en un comunicado.
La principal buena noticia económica del día fue la subida de la bolsa de Toronto (TSX), el mayor mercado de valores del país y uno de los principales del mundo para materias primas y el sector energético, tras días de fuertes pérdidas.
El índice TSX, que el lunes se situó en su punto más bajo desde 2012, ganó un 11,96 % y cerró la jornada con 12.571 puntos.
EFE