En el Reino Unido, un país muy receloso de sus libertades civiles, los nuevos poderes de la policía -uso de drones, controles en carretera- para obligar a la población a respetar el confinamiento contra la propagación del coronavirus están provocando controversia.
Desde el lunes, a los británicos sólo se les permite salir de casa para ir a comprar, trabajar, recibir tratamiento médico o hacer ejercicio físico una vez al día. Las reuniones de más de dos personas están prohibidas y se debe respetar una distancia de dos metros entre personas.
Pero algunos están aprovechado para ir a visitar parques naturales, en ocasiones a decenas de kilómetros de sus hogares.
Una ley de emergencia aprobada el jueves dio poderes adicionales a la policía, que ahora puede, por ejemplo, utilizar drones para localizar a los infractores.
En el condado de Derbyshire, en el centro de Inglaterra, lo han hecho y han tuiteado imágenes que muestran a los visitantes en el parque nacional de Peak District, realizando actividades “no esenciales” como hacer fotografías.
Este vídeo provocó miles de reacciones indignadas de los internautas que denunciaron una “vigilancia siniestra” y métodos dignos de la Stasi, la policía de la antigua Alemania Oriental.
“Necesitamos una respuesta de salud pública, no una respuesta penal a esta epidemia”, dijo Liberty, una asociación que defiende las libertades civiles.
La policía reaccionó afirmando que “no se disculparía por utilizar métodos legales y apropiados para garantizar la seguridad de las personas”.
La policía de North Yorkshire, en el norte, paró a automovilistas en controles de carretera para preguntarles por qué viajaban.
En virtud de sus nuevos poderes, los agentes pueden disolver grupos y poner multas de 60 libras (73 dólares, 66 euros) para una primera infracción y del doble para la segunda.
Big Brother Watch (El Gran Hermano Vigila), otra organización de defensa de las libertades, consideró en un comunicado “comprensible” que la policía disperse las concentraciones, pero “exigir a los automovilistas que den detalles de sus movimientos está fuera de lugar”.
En Londres, donde se concentra la mayor proporción de casos de coronavirus, la jefa de Scotland Yard, Cressida Dick, pidió a los agentes retirados desde hace menos de cinco años que vuelvan al servicio, asegurando que la presión sobre la policía aumentará en las próximas semanas.
AFP