El presidente iraní, Hasan Rohaní, se mostró este martes optimista con la evolución de la pandemia del coronavirus en el país, pese a que la cifra de contagiados sigue aumentando y la de muertos se situó en esta jornada en 2.898.
Durante la reunión del grupo encargado de gestionar esta crisis, Rohaní subrayó que los datos del Ministerio de Salud son “muy prometedores” y que el número de ingresos hospitalarios se ha reducido en algunas provincias.
También indicó que el informe comparativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que “Irán está en mejores condiciones que otros países”, según publicó la Presidencia iraní.
Las cifras oficiales iraníes apuntan a cierta estabilidad en los últimos días en el aumento de los contagios y los fallecimientos pero no a una reducción.
El portavoz de Salud, Kianush Yahanpur, informó hoy de que desde ayer se confirmaron 3.111 nuevos contagios y 141 fallecidos, siendo este último dato superior al de la víspera, cuando se registraron 117.
Un total de 44.606 personas han contraído la enfermedad COVID-19, de las que 2.898 ha perdido la vida y 14.656 se han recuperado, agregó en su comparecencia diaria Yahanpur.
Las autoridades han endurecido en las ultimas dos semanas las medidas para evitar la propagación del virus, cerrando todos los comercios que no son de primera necesidad, y las entradas y salidas de las ciudades.
Al respecto, Rohaní agradeció a la población su “colaboración” con el cumplimiento de las restricciones, aunque anunció que se ha decidido imponer castigos penales a aquellos que estén contagiados y no cumplan la cuarentena estipulada.
En su discurso, el mandatario aseguró que el coronavirus es la “tercera prueba” que ha tenido que superar Irán, junto a la guerra con Irak (1980-1988) y las sanciones económicas, desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979.
Hoy, 31 de marzo, se cumplen 41 años de la aprobación en referéndum de la República Islámica como sistema político del país tras el derrocamiento de la monarquía.
EFE