Las cuarentenas decretadas para detener la propagación del coronavirus han traído un inusual silencio a algunos de los lugares más concurridos del mundo, y centros de transporte que deberían estar llenos como la estación Grand Central de Nueva York o los muelles de ferry Eminonu de Estambul están casi desiertos.
Sitios turísticos emblemáticos, como el Malecón en La Habana, la entrada de la Puerta de Damasco en Jerusalén y la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga están vacíos tanto de visitantes como de comerciantes, ya que las fronteras han sido cerradas y los visitantes deben quedarse en casa.
La plaza Tahrir de El Cairo y la Maidan de Kiev, que hace unos años estaban tomadas por masas populares que clamaban una revolución, ahora parecen pueblos fantasmas.
Los fotógrafos de Reuters han capturado la calma que envuelve a algunos de los sitios más conocidos del mundo el mismo día durante las horas del mediodía. Reuters