Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad Clemson (EE.UU.), junto con colegas de otros países, realizaron la primera prueba fotográfica de que dos galaxias en colisión pueden producir chorros de partículas cargadas, que viajan casi a la velocidad de la luz, según el comunicado publicado este martes en la página web de la institución.
Anteriormente, los científicos descubrieron que estos chorros podían encontrarse en galaxias de forma elíptica, que pueden formarse tras una fusión de dos galaxias espirales. La nueva imagen muestra la formación de un chorro de dos galaxias en forma de espiral más jóvenes.
“Por primera vez, hemos encontrado dos galaxias en forma de espiral o de disco en camino de una colisión que ha producido un chorro naciente […] que acaba de comenzar su vida en el centro de una de las galaxias”, subrayó Vaidehi Paliya, autor principal del estudio, publicado el 7 de abril en la revista Astrophysical Journal.
La juventud del chorro permitió a los investigadores ver claramente a su anfitrión. “Normalmente, un chorro emite una luz tan poderosa que no podemos ver la galaxia detrás de él”, afirmó Stefano Marchesi, profesor del Departamento de Física y Astronomía, y agregó: “Es como tratar de mirar un objeto y alguien te apunta con una linterna brillante a los ojos. Todo lo que puedes ver es la linterna. Este chorro es menos poderoso, así que podemos ver la galaxia donde nació”.
Según el comunicado, los chorros son los fenómenos astrofísicos más poderosos del universo: pueden emitir más energía al universo en un segundo de lo que el Sol producirá en toda su vida. Esa energía está en forma de radiación, como ondas de radio intensas.
El equipo captó la imagen utilizando el telescopio infrarrojo Subaru, de 8,2 metros de diámetro, uno de los más grandes del mundo, ubicado en Hawái.