Panamá sumó seis muertes más por COVID-19 y 265 nuevos casos, para llegar a 109 defunciones y a un acumulado de 4.016 contagios confirmados de la enfermedad, dijeron este jueves las autoridades de salud panameñas.
Un total de 326 enfermos se encuentran hospitalizados, de los que 227 están en sala y 99 en las unidades de cuidados intensivos (UCI), mientras que 3.483 están en aislamiento domiciliario.
Pacientes recuperados que han pasado por pruebas de laboratorio se contabilizan 98, y 1.809 que se han restablecidos clínicamente tras cumplir la cuarentena y no tener ya síntomas.
Se han efectuado hasta el momento un acumulado de 17.850 pruebas de detección de contagio del nuevo coronavirus COVID-19, 986 en las últimas 24 horas. Del total de muestras, 76,3 % resultaron negativas y 23,7 % positivas.
La directora de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa), Lourdes Moreno, dijo que estas cifras de muestras colocan a Panamá “en un tercer lugar (en América) en cuanto a las pruebas totales versus las pruebas por millón de habitantes”.
La funcionaria destacó que la letalidad es de 2,6 %, una de los más bajas de la región, mientras que la mayor cantidad de muertes sigue dándose entre las personas mayores de 60 años edad, con un total de 84 defunciones.
En Panamá se decretó una cuarentena nacional indefinida el pasado 25 de marzo que se ha endurecido de forma paulatina y actualmente permite a las personas salir 2 horas diarias con base en el género de la población, una medida temporal que busca sacar de las calles al 50 % de la gente cada día.
Hay un sector que se moviliza con salvoconductos porque trabaja en sectores básicos que están activos, como salud, alimentación, transporte, comunicaciones, entre otros, mientras que están cerrados desde la segunda semana de marzo los comercios e industrias no esenciales y las escuelas.
EFE