La población con inseguridad alimentaria en América Latina es más vulnerable a las complicaciones por coronavirus, sobre todo si padece patologías preexistentes y le falta una alimentación saludable ya que su sistema inmune suele ser más débil.
Con millones de habitantes de la región con enfermedades como obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión y tabaquismo, el COVID-19 se presenta como una auténtica amenaza a los sistemas sanitarios y a la salud de la población, ya en riesgo con los citados padecimientos.
Para la representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Lina Pohl, “una buena nutrición es la primera defensa contra las enfermedades”.
“Mantener una dieta saludable es una parte importante para ayudar al sistema inmunológico, hacerlo fuerte y evitar que el COVID-19 pueda desarrollarse en mayor magnitud”, dijo Pohl a Efe.
Lo difícil es alcanzar esos objetivos ante el obligado confinamiento, la falta de recursos, los padecimientos preexistentes y los niveles de desigualdad en Latinoamérica y en otras partes del mundo.
Para la representante de la FAO el hecho de que en México gran parte de la población tenga algunas patologías es un gran desventaja pues la pandemia ha demostrado, con datos de otras naciones, “que habrá un impacto mayor donde los índices de sobrepeso y obesidad sean altos como México o Chile y otros países”.
Precisó que esas enfermedades “hacen a la persona más vulnerable”, pero a pesar de las circunstancias, Pohl cree que esta etapa sanitaria que vive el mundo “es un gran momento de reflexión para adoptar una buena nutrición”.
También señaló que la falta de recursos no debe ser utilizada como excusa para una buena alimentación.
LA MALA ALIMENTACIÓN TAMBIÉN ES UN PROBLEMA
La inseguridad alimentaria se refiere no solo a la falta de acceso a alimentos saludables, sino también a tener mayor acceso a alimentos ultraprocesados, los cuales son causantes de enfermedades como obesidad, diabetes y otras no transmisibles.
“Al tener una alimentación basada en estos productos se generan daños en nuestros órganos, se da una inflamación en los mismos y eso debilita nuestro sistema inmunológico”, explicó a Efe la maestra Paulina Magaña, investigadora en salud alimentaria de la organización El Poder del Consumidor.
La OPS advirtió en su informe “Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina” que la venta de estos productos aumentó en 8,3 % entre el 2009 y 2014, y se estimaba que en 2019 crecería un 9,2%.
Los países con mayores ventas de estos alimentos fueron Chile (552 kcal per cápita/día), México (522 kcal) y Argentina (461 kcal), seguidos de Brasil (405 kcal) y Venezuela (388 kcal).
Magaña señaló que esto explica porque en países como México el COVID-19 ha afectado más a personas en edad productiva. “Tenemos a 96 millones de mexicanos que padecen obesidad, 15 millones son diabéticos, esto hace a nuestra población más vulnerable”, dijo.
En sintonía con esto, Pohl contó que en la región “la gente prefiere comprar un refresco (gaseosa) a frutas o legumbres que en estos países son accesibles para todos”.
Por eso consideró que “ahora es el momento para dejar de gastar en alimentos ultraprocesados que no nos ayudan y no nos van a ayudar” para enfrentar la enfermedad.
Magaña manifestó que ante la pandemia, muchas personas han optado por hacer compras de pánico y tienen preferencia por adquirir alimentos ultraprocesados que se pueden refrigerar, lo que no garantiza una buena alimentación.
“Se tiende a comprar estos alimentos como postres, bebidas azucaradas, pero tiene mucho con que la gente está padeciendo altos niveles de ansiedad”, aseveró.
Indicó que es en este momento cuando se tiene que pensar en hacer un consumo responsable de alimentos, consumir frutas y verduras y en general alimentos más naturales “no solo para tener una buena alimentación sino para fortalecer el sistema inmune”, indicó.
ALIMENTOS NO PREVIENEN INFECCIÓN DE COVID
Ambas expertas consideraron importante señalar que hasta ahora “ningún alimento o suplemento dietético puede prevenir la infección por COVID-19”.
Dijeron que en internet circulan muchas noticias e ideas falsas como que “si se toma mucho limón o naranja, vitamina C o algunos suplementos alimenticios se puede prevenir esta enfermedad, pero hasta ahora no hay ninguna información científica o técnica validada que así lo indique”.
Magaña reforzó esto al señalar que si bien la alimentación es importante, es también fundamental seguir las recomendaciones de las autoridades de salud para evitar el contagio. EFE