La arbitrariedad violó sin causa que lo justificare el entender que el sistema democrático se legaliza mediante una consulta justa y respetada para el ejercicio de la soberanía como se ha establecido en Venezuela a través de una tradición cívica, instaurada el 23 de enero de 1958. Cuando el dictador Pérez Jiménez abandonó el poder, también usurpado que venía detentando, como consecuencia del desconocimiento de los resultados electorales, que le dieron el triunfa a URD en las elecciones constituyente efectuada el 30 de noviembre de 1952, capitaneada por Jóvito Villalba.
La reelección amañada de Maduro en forma adelantada sin justificación legal, acto bochornoso que lo sitúa en condición de facto, le hizo perder a este el respaldo mayoritario del pueblo elector, que lo tuvo como “mito” para regir los destinos del país. La falta evidente de su capacidad para gobernar. El no cuido de los ingresos públicos. El enriquecimiento súbito e impugne denunciado contra altos funcionarios advenido al sequito bolivariano. El quiebre de nuestras industrias básicas. El comportamiento no idóneo para la eficiencia de los servicios públicos. El ejercicio de funciones encomendado a hermanos, ascendiente y líderes de proceso. La destrucción de la estructura sanitaria. La carencia de insumos para pacientes necesitados. La exterminación de refinería para la gasolina. La baja en los precios del crudo han hecho de Venezuela una nación pobre, que causa migración de sus ciudadanos; que nos hace padecer de mengua; y a la vez nos sitúa en condiciones inminentes para la ayuda humanitaria, la cual es imposible de alcanzar con un gobierno tenido como usurpador, más el agregado repudio internacional que le reclama comportamiento de cambio, para el logro de la paz, cese de la usurpación mediante la elección de un gobierno de transición.
La crisis gubernamental que vive el país se agrava. Es de pronóstico sin reserva por cuanto asentado en su territorio el coronavirus, primigenio de China, supuestamente un régimen aliado a Maduro; a quien se tiene como ocultadora con denuncia declarada de la muerte de 27 millones de personas, dejadas de existir como causa de la “infección murciélago”. Tal hecho ha abierto una espita, para que el régimen dictaminado no constitucional, valido de la declaratoria de la cuarentena que hubo de decretar y oficia en forma charlatana y peramente, arrecie su irreversible intención de imponer un control social para contener la propagación del infesto virus; según su decir importado de Colombia sin tomar en cuenta la presencia de una economía agravada cada día con el surgimiento de un pedimento humanitario, extensivo e incontrolable, sin consideración que el ciudadano sin poder trabajar, sin efectivo de que disponer, sin servicios médicos, por no existir; sin alimentación por no poderla adquirir y padeciendo situación de mengua, no mitiga la crisis económica y social estando sometido a un confinamiento; e ignorando que el desempleo es causa de muerte. Actitud autoritaria, cual nos obliga a sostener con argumentos de probanza que no hay voluntad por parte del Presidente entredicho para emendar sus errores, que de por si nos tienen sin control de aguante.
La población nuestra no migrada constituye el 70% del mercado informal, que vive al día, son bolseros de mercancías, que venden o convierten en trueque sus bienes. Se encuentra en la incertidumbre de subsistir en una economía destruida, en peores condiciones que la que tuvo antes. Por lo que no debemos olvidar lo que nos ocurrió, hoy recuento de hazaña por los que detentan el poder, suscitada cuando los venezolanos por temor infundido de una Venezuela sin porvenir salieron a las calles, las que quedaron sin cuerpos de seguridad, quemaron y destruyeron propiedades, todo por un mísero aumento de gasolina; la cual hoy es inexistente en el país. Fue una reacción no ideológica, sin organización ni dirección. Dista del mayo francés
La inestabilidad de Maduro, sin duda adquiere intensidad, que lo obliga a aceptar las condiciones de cambio que ha venido requiriendo el pueblo opositor. El Fiscal General estadounidense le ha dictado cargos por narcoterrorismo, narcotráfico y corrupción; además, como en las películas del Oeste le ha puesto precio a su “CAPTURA”, lo cual le impide viajar libremente por el mundo. Se presenta el caso entre otros, que no podría asistir a las reuniones que puedan celebrarse en la ONU por tratarse de un reo, tenido como tal por el Estado sede. EEUU no le reconoce inmunidad, en razón de haber declarado tener como presidente interino legítimo de Venezuela a Juan Guaidó.
Esto nos llevaría a preguntarnos: Si esta crisis tan difícil que vive el Estado venezolano y su población hoy en situación de Miseria, podría solucionarse, para evitar se prenda la mecha de la explosión social. Creo que sí. La propuesta para ello, la hace nada más ni nada menos el posesionado Presidente Provisional diputado Juan Guidó, la cual a su decir es parte de una estrategia que ha articulado con nuestros amigos internacionales, que representa una alternativa de millones de persona, reconocida como coherente al país y al mundo, la cual fuere hecha luego de la mediación del Reino de Noruega. Hoy respaldada por los Estados Unidos, la que de realizarse exime de culpa Nicolás Maduro; que damos reproducida por razones de espacio, encaminada a la conformación de un Gobierno de Transición sin la presencia de los involucrados en la propuesta, para luego convocar a una elección presidencial. Sin duda alguna será la forma menos traumática, seria y pertinente para la solución del conflicto.
Maduro es un hombre que se dice defensor de los pobres. Se identifica católico. Lee versículos de la Biblia en la Iglesia. Reza en público y en cadena. Se retrata con un busto de José Gregorio Hernández. Cubre todas las condiciones para aprobar una propuesta que de darse salvaría al país; además recobraría la paz. Nos llevaría a estar protegido por el Estado de derecho. Algunos la tienen como una “GANGA”
Abogado, político. Presidente de URD