Estados Unidos y los demás países que confían en poder reabrir pronto sus economías levantando gradualmente las estrictas medidas de aislamiento y distancia social impuestas por el coronavirus se están enfrentando a la realidad de que no tienen cómo constatar la inmunidad de las personas.
Por: VOA
La esperanza está cifrada en pruebas serológicas que buscan anticuerpos en el sistema inmunológico de las personas para aclarar cuántas han estado expuestas al virus. Así, esas personas pueden regresar a la fuerza de trabajo sin el riesgo de infectar a otros.
Sin embargo, Maria Van Kerkove, directora de la unidad de zoonosis y enfermedades emergentes de la Organización Mundial de la Salud, OMS, dijo que no hay evidencias de las personas que han sobrevivido la COVID-19 han quedado inmunes al coronavirus.
Estas pruebas miden el nivel de anticuerpos, pero según Van Kerkove eso no significa que alguien con anticuerpos es inmune a la enfermedad o cuánto durará esa inmunidad.
“Nadie está seguro de hasta qué punto una persona con anticuerpos está totalmente protegida o podrá contraer de nuevo la enfermedad”, dijo Michael Ryan, director de emergencias de la OMS.
En Estados Unidos se está tratando de acelerar esas pruebas para tratar de comprobar que hay suficientes personas inmunes al coronavirus como un índice para la reanudación de las actividades regulares, y principalmente la economía.
Sin embargo, según publica este lunes el New York Times, las pruebas están haciendo sonar algunas alarmas.
El periódico dice que la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA, permitió la compra de pruebas a unas 90 compañías, la mayoría establecidas en China, que no tenían la aprobación del gobierno, basada en la urgencia de una respuesta a la pandemia.
Ahora la FDA ha advertido que los productos de esas empresas no cumplen lo que se espera de ellos y son de dudosa calidad, afirma el Times. Tampoco existe una cantidad suficiente de estos test para analizar al número de personas necesarias.
Muchos científicos y líderes políticos afirman que el país aún no está preparado para distribuir los test con la rapidez y el volumen
requerido.