El profesor William Anseume, coordinador de Vente Venezuela en el municipio Guaicaipuro, mostró hoy su desagradable sorpresa por el deliberado cierre de la carretera Panamericana que une Caracas con Los Teques y los Altos Mirandinos:
“Ahora les dio por terminar de aislar Caracas y sus ciudades aledañas que componen la gran ciudad. Pero eso no parece una actividad propia para contrarrestar la movilidad a propósito del coravid-19. No señor. Usted no ha visto que aislaron París con contenedores, ni Madrid, ni Roma, ni siquiera alguna ciudad china. Esto se trata de otra cosa. De manía persecutoria, probablemente, pero ampliada. Antes si uno pasaba cerca de Miraflores veía saquitos de arena y alambrados como para combatir alguna intentona mínima hacia el palacio. Esto es de ese tipo de acciones militares contenedoras, no de ciudadanos para evitar que se contagien. Esto es, al parecer, la ampliación del búnker de Miraflores“.
Prosiguió Anseume: “Pero la gente le presta poca atención a esos miedos permanentes del poder que se aísla atemorizado, luego de haber impuesto el terror por tantos años a la población como política de Estado para el control, el dominio, la sujeción, la implantación del despotismo feroz. La ciudadanía no quiere ver esos elementos militares contenedores en la autopista a La Guaira o aquí en la Panamericana, que les traen muy malos recuerdos en cuanto a la evitación del paso de la ayuda humanitaria, del drástico modo que ocurrió. La gente quiere ver más bien contenedores de verdad, repletos de comida llegar a las ciudades, pueblos caseríos y villorríos, porque lo que hay es hambre pareja, necesidad abundante, precariedad y bochorno por lo que el hambre implica en cuanto a indignidad humana. Así que esos adornos de carros transformados feísimos que cuestan esfuerzo y dinero colocarlos para taponar las vías, deberían convertirlos en inversión para los alimentos por cuya carencia sufre día a día la población tequense, mirandina, nacional“.
“Habrá que pensar, continuó el dirigente político regional, que están en lo cierto quienes internacionalmente claman porque estos gobiernos tremendamente opresores no se excusen en la pandemia para limitar o coartar derechos fundamentales: el tránsito, la vida (que puede irnos en la búsqueda apresurada de una medicina, en una ambulancia con algún herido o enfermo), el derecho a la información que se limita o se evita si se tiene que plantear el traspaso por esas vías cerradas de ese modo“.
Concluyó el representante de Vente Venezuela: “Encarcelando más a los caraqueños, evitando que se entre desde ninguna ciudad o pueblo cercano, no van a confundir a nadie. Causan una sensación de ahogo, de asfixia, mayor que la enfermedad que debieran combatir con más ahínco que sus miedos. Es un despropósito amurallar, buscar hacer infranqueable a la capital y separarla de ese modo de la capital mirandina. Ya teníamos bastante con el encierro y las limitaciones en la circulación para tener ahora estos mamotretos de mal gusto obstruyendo el tránsito y la vista, causando un desasosiego y una angustia mucho peores en la población“.
Comunicado de Prensa