El juicio contra un presunto miembro de la organización terrorista Estado Islámico (EI) acusado, entre otros cargos, de genocidio y de asesinato por esclavizar y dejar morir de sed a una niña yazidí de cinco años en Irak, se reanuda este miércoles en la Audiencia Territorial de Fráncfort.
Al ciudadano iraquí Taha A.-J., de 27 años y detenido en octubre del año pasado en el aeropuerto de Fráncfort tras ser extraditado de Grecia, se le imputan además los cargos de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra contra personas y tráfico de personas con fines de explotación.
El juicio comenzó el pasado día 24 con la presencia de los cinco jueces asignados al caso, el acusado junto a sus dos abogados, dos representantes de la Fiscalía General y otros dos por parte de la acusación particular.
El juicio contra la esposa del sospecho, Jennifer W., entre otros cargos por crímenes de guerra, militancia en una organización terrorista en el extranjero y por asesinato por omisión en relación con la muerte de la menor yazidí, fue el primero que se abrió en Alemania contra una presunta exmiembro del EI retornada al país.
En el juicio contra la mujer, que comenzó en abril del año pasado en la Audiencia Territorial de Múnich, la madre de la niña muerta está representada, en calidad de acusación particular, por la activista y abogada Amal Clooney.
Según la acusación, Taha A.-J. se unió en marzo de 2013 al EI y entre mayo y junio de 2015 compró a una mujer y su hija de cinco años de entre un grupo de presas yazidíes.
Las trasladó al hogar que compartía con Jennifer W. en Faluya, donde ambos las mantenían como esclavas y les daban poco de comer y de beber.
El acusado les prohibió practicar su propia religión y les obligó a convertirse al islam, leer el Corán y rezar regularmente.
Ambas fueron golpeadas frecuentemente por Taha A.-J., en ocasiones con mucha violencia y a modo de castigo.
También a modo de castigo por haberse orinado sobre un colchón, el acusado encadenó a la niña en algún momento entre julio y septiembre de 2015 junto a una ventana y con un calor sofocante la dejó morir de sed.
El acusado fue detenido en mayo de 2019 en Grecia, donde se encontraba desde entonces detenido para su extradición a Alemania.
Jennifer W., de 28 años, alemana convertida al islam, dejó Alemania en agosto de 2014 para unirse a las filas del terrorismo islámico y llegó a Irak a través de Turquía, primero, y Siria, después.
Hasta septiembre de 2015 formó parte de la llamada “policía de la moral” integrista en las ciudades iraquíes de Mosul y Faluya, donde su tarea consistía en vigilar que las mujeres se vistieran de acuerdo a los cánones ordenados por el EI.
La mujer fue detenida tras acudir a la embajada alemana de Turquía para renovar su pasaporte, tras lo cual las autoridades turcas la extraditaron a Alemania.
EFE