El coronavirus le ha jugado una mala pasada a muchas personas en el mundo, incluso a los más famosos. En el caso de México, han sido más de 17.799 los contagiados un total de 1732 fallecidos. Entre ese número de contagiados, también existe una gran presencia de personalidades de la farándula nacional y hace poco, el testimonio de una de estas famosas diagnosticadas coronavirus, ha dado su testimonio, el cual es muy estremecedor.
La conductora y ex estudiante de La Academia, Jolette, fue diagnosticada con coronavirus en marzo, y aunque ya superó la enfermedad, aceptó que los síntomas fueron tan intensos que en alguna ocasión sintió que moriría, por lo que recurrió a un sacerdote para que le diera la unción de los enfermos y la comunión.
Con información de Infobae
La presentadora, conocida en todo México por la polémica participación que tuvo en el reality de TV Azteca, fue hospitalizada con síntomas de COVID-19 a finales del mes pasado, ante su estado crítico, pidió a sus seguidores de Instagram que la encomendaran a sus oraciones.
Tras varios días internada, los médicos la dieron de alta y le pidieron permanecer aislada en su casa en la Ciudad de México, donde pudo sobrevivir gracias a la ayuda de sus amigos y vecinos porque su familia vive en Guadalajara, Jalisco.
“Sí temí morir, pero gracias a la ayuda de la gente mejoré”, confesó la famosa mexicana en entrevista con el diario El Universal.
Jolette sufrió diarrea, pérdida del olfato, dolor muscular e incluso tenía indicios de neumonía: “Me arrastraba al baño, tenía dolores insoportables de articulaciones, antes de poder levantarme a comer algo me volvía a quedar dormida (del agotamiento), hasta que me di cuenta que podía morir”.
La tapatía mencionó que sus padecimientos fueron tan tortuosos que temió lo peor, por lo que se acercó a la religión en busca de la unción de los enfermos.
“Busqué sacerdotes por teléfono y uno vino a darme la confesión -por cualquier cosa que pudiera pasarme-, me dio la absolución a dos metros de distancia, protegido, y me dejó la comunión en un altar que pusieron mis vecinos. Para el viernes santo empecé a mejorar y en Pascua ya podía calentar bien lo que me había mandado Susana (una de sus amigas)”, indicó al mismo medio informativo.
Para Jolette sus salvadores fueron sus vecinos y su gran amiga, ya que ellos estuvieron al pendiente de su salud durante el tiempo que estuvo convaleciente.
“Pensé que pedir el supermercado por Internet era lo único que necesitaba, pero no, había días que no podía ni servirme un vaso con agua, la falta de alimento me empezó a afectar, fue muy difícil hasta que mi amiga Susana me hizo entrar en razón y me dijo ‘si no comes te vas a morir’… me puso la comida en una caja y dejó todo en mi puerta, otros vecinos me traían súper, suplementos, caldo de pollo, hasta me hicieron un altarcito a unos pasos de mi casa”, recordó.