Más de 2 mil indigentes desalojados interrumpen el servicio como nunca antes en el Metro de Nueva York

Más de 2 mil indigentes desalojados interrumpen el servicio como nunca antes en el Metro de Nueva York

La primera jornada del cierre histórico de las 472 estaciones del Metro de Nueva York esta madrugada resultó ser difícil de manejar, mientras la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) cumplía la orden del gobernador Andrew Cuomo de cerrarlo durante cuatro horas cada noche para una limpieza profunda por el coronavirus.

Por ElDiarioNy





Muchos quedaron frustrados por la decisión drástica, resumió Daily News, diario que calculó que el subterráneo neoyorquino había acumulado más de 60.7 millones de minutos de servicio ininterrumpido desde 1904. De momento no se sabe cuánto durará esta medida de pararlo cada noche.

El cierre de 1 a 5 a.m. envió a más de 2 mil desamparados confundidos a las calles y autobuses, tras ser desalojados por la policía de Nueva York.

“No hicieron ningún anuncio en el tren”, gritó Tyrone Batte, de 35 años, quien dijo que lucha contra la adicción a las drogas y pasa muchas de sus noches en el Metro. “Necesito ayuda. No voy a un refugio. Fui a cinco hace años. Me robaron. La gente intentó violarme tres veces. Es como una prisión con menos guardias”.

Batte rechazó la ayuda de un grupo de seis trabajadores sociales en la plataforma de la estación Flatbush Avenue en Brooklyn y se unió a ocho de sus compañeros vagabundos en un autobús B44 que pronto se llenó de pasajeros viajando gratis, con bolsas de basura y carritos de compras.

Limpiadores privados que ganan $18 dólares por hora llegaron para desinfectar esa estación una vez despejada de pasajeros.

Pero 30 minutos antes, la mitad del equipo de limpieza de 12 personas abandonó el trabajo en esta estación alegando que no se les proporcionó suficiente equipo de protección.

“Nos dieron un par de guantes, y sólo unos pocos de nosotros obtuvimos máscaras”, dijo una trabajadora que pidió no ser identificada debido a su estatus migratorio.

“Dijeron que nos darían uniforme. Traje mis propias máscaras. Me dieron un chaleco de seguridad pero me obligaron a devolverlo”, añadió.

Los limpiadores restantes recibieron rápidamente bragas y máscaras frescas después de la salida, y usaron atomizadores y trapeadores para limpiar rápidamente los trenes en la estación, dando comienzo a la jornada histórica de detener el Metro de Nueva York, otra de las consecuencias inéditas del coronavirus.