Lapatilla
Precios de los alimentos siguen en ascenso. Los guaros recorren diferentes establecimientos cazando ofertas en víveres y granos, pues el kilo de caraotas, el plato predilecto del venezolano, ya tiene un precio equivalente a la mitad del sueldo mínimo, es decir 200 mil bolívares.
Comprar lo del día y luego pensar en qué se comerá mañana es lo que sufren a diario los larenses, pues el poco dinero que ganan, sea vía sueldo o bono, no alcanza para hacer un buen mercado.
“Hasta comer caraotas resulta difícil por lo cara que están, ya dejaron de ser la comida del pobre”, aseveró Cecilia Pérez, quien se dedica al oficio de doméstica.