El recién designado presidente encargado de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Asdrúbal Chávez había asistido a una reunión de alto nivel en la isla de Trinidad y Tobago junto a Delcy Rodríguez el pasado 27 de marzo. La cuarentena por la Covid-19 cumplía 12 días y Chávez aún no ocupaba el cargo actual.
Raylí Luján / La Patilla
La oposición en Puerto España, liderada por Kamla Persad-Bissessar, reveló las planillas de inmigración que fueron firmadas por Rodríguez; Chávez; Juan Vicente Santana, vicepresidente de Gas de Pdvsa; Euclides Neptalí Sánchez y otros funcionarios del régimen de Nicolás Maduro como parte de la comitiva venezolana que acudió al país caribeño para un supuesto encuentro sobre la pandemia.
La visita de la número dos de Maduro no fue bien vista en aquel momento. Cuestionaban la “urgencia” de aquella reunión que no pudo realizarse a través de una videoconferencia como el resto del mundo. Se rumoraban entonces otros temas debajo de la mesa, entre ellos un posible nuevo acuerdo petrolero en medio de las sanciones de Estados Unidos.
La presencia de Asdrúbal Chávez, que de acuerdo a la planilla de inmigración acudió como “asesor energético”, fue confirmada por Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago el pasado viernes 8 de mayo, aunque se omitieron los temas abordados.
“Ella no discutió, antes, los detalles de lo que quería hablar. Presente con ella estaba, ahora estoy descubriendo, una persona llamada Asdrúbal Chávez que, ahora estoy descubriendo, trabajó como parte de una Comisión para la Reestructuración de Pdvsa, que está en algún lugar de su pasado. Nadie fue presentado en esa reunión como presidente de Pdvsa”, dijo Rowley durante una rueda de prensa.
Durante esa misma conferencia, Rowley insistió que en el encuentro se trataron factores relacionados con la epidemia y las medidas de prevención. Sin embargo, la autoridad sanitaria de la isla no estuvo presente, a diferencia del ministro de Seguridad Nacional, Stuart Young y el representante de Relaciones Exteriores, Dennis Moses.
Con el nombramiento de Asdrúbal Chávez como nuevo encargado de Pdvsa y Tareck El Aissami como ministro de Energía el 27 de abril, un mes después de aquel viaje relámpago de Delcy Rodríguez del que no se rindieron cuentas, la oposición trinitaria logró dar fuerza a su denuncia sobre supuestos nuevos acuerdos ilegales de combustible entre Venezuela y Trinidad y Tobago.
Representantes opositores sugirieron que el gobierno de Rowley intentaba crear una conexión para que se enviara gasolina desde Aruba hacia Venezuela. Roodal Moonilal, miembro del Parlamento en Trinidad y Tobago escribió una carta al embajador de Estados Unidos, Joseph M Mondello, a quien denunció la situación para intentar frenar sanciones. Fue acusado de traidor por Rowley.
“En mi opinión, si es cierto, esta asistencia prestada al régimen de Nicolás Maduro, que ha sido calificado como antidemocrático, inconstitucional e ilegal por los Estados Unidos de América, así como por todos nuestros aliados de buena conciencia, fue un afrenta a la comunidad de naciones libres y además representaba un riesgo de que Trinidad y Tobago pudiera recibir sanciones económicas. Dichas sanciones económicas, si se imponen en estos tiempos difíciles, tendrían un efecto devastador en el bienestar de esta sociedad y socavarían todas las estrategias de recuperación posteriores a Covid-19”, fue parte de lo puntualizado en la misiva de Moonilal.
Mientras tanto, en Venezuela, las autoridades siguen sin referirse a estos encuentros en Trinidad y Tobago. No se han ofrecido explicaciones sobre la salida de Delcy Rodríguez durante la cuarentena, tampoco las razones por las cuales Manuel Quevedo fue removido del cargo de presidente de Pdvsa para cederlo a Asdrúbal Chávez ni por qué este sería uno de los invitados en la reunión con el primer ministro Keith Rowley para hablar presuntamente de coronavirus.