Aunque muchos podrían llegar a pensar que, por tratarse de ser miembros de la familia real, debería ser casi perfectos y dar el ejemplo; algunos monarcas no se han escapado de cometer sus “errores”, mismos que no han escapado de la prensa rosa.
El príncipe Andrés de York fue acusado de participar en una orgía con menos; sin embargo, no sería ni el primero, ni el último miembro de la familia real que le saca los colores al linaje de sus ancestros.
Bastante escandaloso ha sido Ernesto de Hannover, quien aún está casado con Carolina de Mónaco; sus borracheras han sido incontrolables. Estar bajo los efectos del alcohol provocan en él un carácter déspota; ha llegado a golpear a paparazzi, orinar en la calle y en la boda de su hijo Christian cayó desplomado.
Con información de El Farandi
Su prima hermana, la reina Sofía; pasó un mal momento a raíz del escándalo del caso Nóos. Este episodio salpicó a su hija; la infanta Cristina, y a su yerno, Iñaki Urdangarin. Mientras la duquesa de Palma consiguió salir indemne, al duque lo condenaron a seis años y tres meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos fiscales.
Otro que no pasó desapercibido fue Juan Carlos I; tras salir a la luz su ardiente romance con Corinna, sus cacerías africanas y un tema muy peliagudo que, de confirmarse, podría ensuciar aún más el nombre de los Borbones.
En Noruega, la princesa Marta Luisa ha ensombrecido en los últimos meses la Casa de Glücksburg; debido a su última relación sentimental con el chamán Shaman Durek, con él ha realizado conferencias espirituales y sanadoras. Su hermano Haakon de Noruega puso el grito en el cielo y le instó a que no utilizara el título de princesa con fines comerciales.
Anteriormente, Marta Luisa estuvo en boca de todos tras su matrimonio con el escritor Ari Behn; con quien tuvo a sus tres hijas y quien había coqueteado con las drogas, se había disfrazado de drag queen en Barcelona y había pedido limosna en las calles de Londres.
Bélgica no se escapa del escándalo
El príncipe Laurent, hermano del rey Felipe; ha manifestado estar “cansado de ser príncipe” y, esquiva las reglas. En la pasada Fiesta Nacional se saltó el protocolo al no saludar protocolariamente ya que prefirió hablar y jugar con su móvil. Su padre, el exrey Alberto II, tuvo una hija bastarda; Delphine Boël, de su relación con la baronesa Sybille de Selys Longchamps.
En la monarquía vecina de los Orange; al rey Guillermo y su mujer, Máxima Zorreguieta,les acusaron de usar paraísos fiscales para comprar una casa en Mozambique. Además, la reina consorte estuvo en el punto de mira por un supuesto fraude fiscal en su país natal, Argentina.
Atrás quedan ya las locuras románticas de Estefanía de Mónaco, que llegó a casarse con su guardaespaldas, Daniel Ducruet, y el acróbata Adans Pérez; además de haber vivido en un carromato con el director del circo Knie o el sentimiento de Carlos de Inglaterra, por haberse convertido en el “támpax” de Camilla Parker; cuando el heredero a la corona británica le era infiel a Lady Di.