El planeta superó este jueves el umbral de 300.000 decesos por el coronavirus, en medio de tensiones en la carrera para lograr una vacuna y los renovados ataques del presidente estadounidense Donald Trump contra China.
En pleno año electoral, Trump aseguró en una entrevista televisiva que no descarta “romper toda relación” con China, a la que acusa de haber ocultado detalles clave del brote de coronavirus en diciembre, que podrían a su juicio haber evitado la muerte de centenares de miles de personas.
“Ahora mismo no quiero hablar con él” declaró Trump en alusión al presidente Xi Jinping. “Hay muchas cosas que podríamos hacer. Podríamos cortar toda relación” con Pekín, añadió.
Estados Unidos, el país más afectado del mundo con más de 85.000 muertes, había acusado previamente a China de intentar espiar a sus investigadores dedicados a la lucha contra el nuevo coronavirus.
Según un balance AFP a partir de datos oficiales, el balance mundial de la pandemia a las 20H30 GMT de este jueves era de 300.140 decesos y 4.403.714 casos de contagio.
El mundo ha emprendido con mucha aprensión y nervios la senda del desconfinamiento, y los países más afectados temen ante todo una segunda oleada de infecciones.
Todos los países sueñan con una vacuna que ponga fin a la pandemia.
El gigante farmacéutico francés Sanofi suscitó indignación al anunciar que si hallaba la vacuna la distribuiría primero en Estados Unidos, cuyo gobierno se adelantó y se asoció a las investigaciones, costosas y llenas de riesgos.
“Los esfuerzos realizados en los últimos meses muestran la necesidad de que esta vacuna sea un bien público mundial, ajena a las leyes del mercado”, protestó el presidente francés, Emmanuel Macron. “El virus es un virus mundial”, añadió la Comisión Europea.
“El objetivo es que esta vacuna esté disponible a la vez en Estados Unidos, en Francia y en Europa de la misma manera”, declaró el director de Sanofi en Francia, Olivier Bogillot.
Pero, en la práctica, solo será posible “si los europeos trabajan igual de rápido que los estadounidenses”, añadió Bogillot.
Actualmente, existen más de 100 proyectos y se están llevando a cabo una decena de ensayos clínicos.
– “Puede que nunca desaparezca” –
Pero la llegada de una vacuna en el plazo de un año es una previsión “optimista”, estimó la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
El coronavirus es un desafío que no conoce fronteras, y la humanidad quizás tendrá que aprender a convivir con él, recordó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Este virus puede volverse endémico en nuestras comunidades, puede que nunca desaparezca”, declaró Michael Ryan, director de emergencias sanitarias de la institución.
El nerviosismo también volvió a China: en Wuhan, donde brotó la COVID-19, las autoridades ordenaron nuevas pruebas de detección masivas ante la aparición de nuevos casos.
“Es algo bueno. Es una manera de ser responsable hacia los demás y hacia uno mismo”, explicó a la AFP un hombre, de 40 años, tras completar el proceso por segunda vez en diez días.
– Reapertura de las playas en Los Ángeles –
A pesar de las dudas, y mientras las científicos trabajan a contrarreloj, los gobiernos reconocen que están obligados a reactivar sus economías.
Japón anunció que levantaba el estado de emergencia en la mayoría de regiones del archipiélago, aunque se mantenía en las aglomeraciones de Tokio y Osaka.
En Europa, donde la pandemia se está cebando con más de 162.000 muertos, la mayoría de los países iniciaron una desescalada del confinamiento.
El campeonato de fútbol en Alemania se reanudará a puerta cerrada este sábado, y podría ser que los británicos, españoles e italianos hiciera lo mismo próximamente.
En Estados Unidos, las playas de Los Ángeles, cerradas durante seis semanas, han reabierto sin que la gente pueda poner su toalla o jugar un partido de voleibol. El uso de mascarilla fue declarado obligatorio en la ciudad. La COVID-19 gana terreno y provoca nerviosismo en los países más afectados en América Latina.
Ningún país “se está causando tanto daño a sí mismo como Brasil, un estrago institucional ya venía ocurriendo, pero ahora alcanzó los límites de la insensatez, está llevando al país al caos”, opinó este jueves el vicepresidente de ese país Hamilton Mourao, en un artículo en el diario Estadao de S. Paulo.
Brasil es el país más afectado por la pandemia en la región con más de 13.000 decesos.
En África, la pandemia no ha hecho tantos estragos como se temía y ha dejado menos de 2.500 muertos. Pero hay cada vez más indicios de que esta cifra es muy inferior a la real.
El aumento significativo de muertes inexplicables en el norte de Nigeria, el país más poblado de África, aumenta los temores ante una gran propagación del coronavirus en esta región, una de las más pobres del mundo.
– Los “nuevos pobres” en Italia –
En el plano económico, Australia anunció que casi 600.000 personas se quedaron sin empleo en abril debido al confinamiento, la cifra más elevada desde hace más de cuatro décadas.
Por su parte Alemania anunció que este año dejará de ingresar en las arcas públicas unos 100.000 millones de euros a causa de la crisis, la peor en el mundo desde la Gran Depresión de los años 1930.
Millones de personas que han visto de un día para otro evaporarse sus ingresos han tenido que recurrir a la ayuda alimentaria.
En Estados Unidos, un tercio de los desempleados no puede pagar sus facturas, según una encuesta oficial. En Cuba, un tercio de los negocios privados están amenazados por la crisis.
En Italia, el primer epicentro de la pandemia en Europa y que ya suma más de 30.000 fallecidos, el frenazo económico está dejando muchos “nuevos pobres”.
Es el caso de “Ana”, una mujer de Roma que trabajaba en la limpieza y tras perder sus ingresos cruza toda la ciudad en busca de un paquete de alimentos distribuido por una asociación caritativa.
“Vengo aquí de vez en cuando, cuando la situación se vuelve difícil. Es que me da vergüenza”, murmura esta mujer. | Por Susan Stumme, con Jordi Zamora en París y las oficinas de AFP en el mundo