Las Fuerzas Armadas de Bolivia dieron este jueves un plazo de una semana al Senado, controlado por el partido del expresidente Evo Morales, para ratificar los ascensos a generales, advirtiendo que, de lo contrario, lo hará el alto mando militar.
“Como institución vamos a esperar la siguiente semana que la Asamblea se pronuncie y ratifique los ascensos de las Fuerzas Armadas”, señaló el máximo jefe militar, el general Sergio Orellana, en rueda de prensa.
“Si recibimos una respuesta negativa, vamos a proceder como establece nuestra normativa, en nuestra reglamentación y apoyados en la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas del Estado, la instancia que aprueba los ascensos es el comando en jefe de las Fuerzas Armadas”, agregó.
Según el artículo 160 de la Constitución, es atribución del Senado ratificar los ascensos a generales en las Fuerzas Armadas, a propuesta del poder ejecutivo.
Ha sido tradición que la Cámara Alta del Congreso apruebe la lista de ascensos propuestos sin mayores objeciones ni dilaciones.
El gobierno de la presidenta transitoria Jeanine Áñez -quien asumió la presidencia en noviembre pasado, tras la renuncia de Morales- envió en febrero de este año la lista de ascensos en el Ejército, la Fuerza Naval y la Fuerza Aérea, pero el Senado evitó darle celeridad al trámite, según se quejó la semana pasada el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez.
Ante los reclamos del gobierno, la presidenta del Senado, Eva Copa, del partido de Morales, respondió que la prioridad del Legislativo era tomar acciones para enfrentar el nuevo coronavirus.
La misma Copa, tras enterarse de la advertencia del jefe militar, expresó sus críticas en su cuenta en Twitter, catalogándola como “acciones propias de una dictadura”.
“De consumarse el hecho de efectuar ascensos a generales de las FFAA utilizando alguna maniobra jurídica (un decreto sin ratificación del Senado) se pondrá en evidencia que este Gobierno es de Facto, hostil al sistema democrático en #Bolivia y con acciones propias de una dictadura”.
Este asunto agrega más tensiones en Bolivia, donde hay disputas sobre la fecha de las nuevas elecciones y un escándalo por la compra a sobreprecio de ventiladores para pacientes con covid-19.
AFP