Al menos 59 migrantes que esperan en Panamá para continuar su viaje hacia el norte, dieron positivo al coronavirus, dijo a Reuters un funcionario de salud del país centroamericano.
Más de 2,500 migrantes quedaron varados en Panamá en marzo cuando se cerró la frontera con su vecino Costa Rica en un intento por contener el coronavirus, que ha dejado al istmo como la nación más afectada de Centroamérica.
Según funcionarios de migración, casi 2,000 de esos migrantes están recluidos en albergues en la región del Darién, un área selvática casi impenetrable que funciona como una barrera natural entre Centroamérica y Sudamérica.
Las autoridades sanitarias han trabajado arduamente para contener la propagación del coronavirus en los refugios, dijo en una entrevista Juan Rosales, director regional de salud de la provincia Darién.
“No es fácil tener 1,900 personas en un lugar pequeño”, comentó vía telefónica. “El trabajo ha sido arduo”.
Los equipos médicos han enseñado a los migrantes a mantenerse a una distancia prudencial entre sí y a usar mascarillas, agregó Rosales, y señaló que el personal está trabajando a través de las barreras lingüísticas y culturales, ya que muchos provienen de Haití, África y Asia.
24 de los migrantes que dieron positivo se recuperaron, precisó Rosales. “Entre los migrantes solo ha habido casos leves que se han podido manejar de forma ambulatoria, solo algunos migrantes que han tenido algún factor de riesgo adicional fueron trasladados a hospitales”, agregó el doctor.
Todos los que fueron diagnosticados con el virus, así como aquellos que entraron en contacto con ellos, fueron colocados en aislamiento ya que el resto corre un alto riesgo de contraer el virus, incluidas 78 embarazadas. Reuters