Dominic Cummings, el principal asesor del primer ministro británico, Boris Johnson, se saltó las normas de confinamiento impuestas por el Gobierno, provocando la indignación de la oposición para que dimita.
Los diarios británicos The Guardian y Daily Mirror fueron los primeros que divulgaron anoche que el controvertido Cummings y su esposa viajaron desde Londres hasta la residencia de sus padres en Durham, a más de 400 kilómetros de la capital, donde permanecieron teniendo síntomas de coronavirus.
Una fuente cercana a la pareja rechazó que hubieran quebrantado las reglas al indicar que necesitaban ayuda para el cuidado de su hijo y que durante su estancia en esa propiedad permanecieron en edificios separados.
Al destaparse la noticia, el opositor Partido Laborista exigió al Ejecutivo una “pronta explicación” por el comportamiento de Cummings pues, según las normas impuestas por el Gobierno, cualquier persona con síntomas de COVID-19 debe autoaislarse en su propia casa y no abandonarla durante siete días.
“De ser cierto, el principal asesor parece haber quebrado las reglas de confinamiento. La instrucción del Gobierno era muy clara: quédense en casa y no hagan viajes que no sean esenciales”, apuntó un portavoz laborista.
Esa fuente de la oposición precisó asimismo que los británicos “no esperan que haya una regla para ellos y otra regla para Dominic Cummings”.
Además, Johnson indicó el pasado marzo que no se debería recurrir a la ayuda de los abuelos para el cuidado de menores o a familiares mayores “que podrían ser particularmente vulnerables o estar clasificados en alguno de los grupos de personas vulnerables”.
El pasado 30 de marzo se hizo público que Cummings, considerado el “arquitecto” de la estrategia del Brexit del “premier”, había empezado a desarrollar síntomas relacionados con coronavirus y se confinó en solitario en su residencia.
Por su parte, un portavoz del cuerpo policial de Durham confirmó en un comunicado que el día 31 de ese mes se puso en conocimiento de los agentes que “un individuo había viajado desde Londres a Durham y estuvo presente en una dirección de esa ciudad”.
En la nota, la policía reveló que al contactar entonces con la propiedad, se les confirmó que el sujeto en cuestión estaba allí y se encontraba autoaislado en una parte de esa casa.
Esa nueva polémica se conoce un día después de que el Gobierno anunciara ayer que impondrá una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen al país a partir del 8 de junio para tratar de evitar nuevos brotes.
Saltarse la cuarentena estará castigado con 1.000 libras en Inglaterra (1.120 euros) -Escocia, Gales e Irlanda del Norte establecerán sus propias sanciones- y la policía hará controles domiciliarios aleatorios para comprobar que se cumple. /EFE