La Explanada de las Mezquitas de Jerusalén reabre tras 10 semanas sin fieles

La Explanada de las Mezquitas de Jerusalén reabre tras 10 semanas sin fieles

Los fieles rezan dentro de la mezquita de al-Aqsa cuando se reabrió después de un cierre de coronavirus de dos meses y medio, en el complejo conocido por los musulmanes como el Santuario Noble y para los judíos como el Monte del Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén el 31 de mayo de 2020. REUTERS / Ammar Awad

 

Con fieles portando mascarilla y cintas de demarcación en el piso, la Explanada de las Mezquitas reabrió este domingo tras dos meses de cierre a causa del coronavirus, al día siguiente de la muerte de un palestino que ha suscitado una viva emoción.

En la noche fresca y ventosa, decenas de musulmanes se congregaron frente a una de las gigantescas puertas de madera del recinto para entrar al lugar poco después de las 03H00 (00H00 GMT), incluso antes de la llamada a la oración, constató una periodista de la AFP.

“Dios es grande, protegeremos Al Aqsa con nuestra alma y nuestra sangre”, cantaban a la entrada los fieles que fueron recibidos por el director de la mezquita Al Aqsa, Omar Kiswani, que les felicitó por su paciencia.

Conocido como Haram al-Sharif –“Noble santuario”– por los musulmanes y Monte del Templo por los judíos, la Explanada de las Mezquitas alberga el Domo de la Roca y la mezquita Al Aqsa, que está administrada por el Waqf de Jerusalén, un organismo dependiente de Jordania.

El Domo de la Roca y la Mezquita Al Aqsa también abrieron a los fieles el domingo por la mañana tras haber permanecido cerrados desde mediados de marzo por las autoridades religiosas para frenar la propagación del nuevo coronavirus en Jerusalén, cuya parte oriental está ocupada y anexada por Israel desde 1967.

La Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo en importancia del islam y primero fuera de Arabia Saudita, había cerrado al público a mediados de marzo, al inicio de la crisis de covid-19 en los Territorios palestinos y en Israel.

Este cierre fue “triste”, dijo Um Ratib, en el rincón de las mujeres de la mezquita Al Aqsa. Antes de la pandemia, “teníamos la costumbre de pasar la mayor parte de nuestro tiempo aquí y dejábamos jugar los niños”, agrega.

Hasta el momento, Israel registró más de 17.000 casos de nuevo coronavirus en su población de cerca de nueve millones de personas y 284 muertos. En el lado palestino, se confirmaron menos de 500 casos en Cisjordania y Gaza y 3 muertos para una población de cinco millones de habitantes.

Durante las últimas 10 semanas, los muecines llamaron a los fieles a la oración, pero en sus casas, incluso durante los meses del mes santo del ramadán que terminó la semana pasada.

“No hubo ramadán, ni Aíd al Fitr (Fiesta del Fin de Ayuno, en Al Aqsa), pero hoy es fiesta, todo es diferente”, declaró en el lugar Ramzi Abisan, un hombre de unos treinta años que llegó al alba para asistir a la primera oración.

– “Justicia para Iyad” –

Aunque la Explanada abrió, las autoridades siguen vigilantes para tratar de impedir la propagación del virus.

El personal proporcionaba mascarillas a los fieles que no tenían, otros tomaban la temperatura a las personas que entraban en el recinto. Y en las alfombra rojas para la oración, unas cintas blancas demarcaban el espacio para mantener la distancia física durante la oración.

Un adorador con una máscara reza dentro de la mezquita de al-Aqsa cuando se reabrió después de un cierre de dos meses y medio debido a la propagación de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en el complejo conocido por los musulmanes como el Santuario Noble y por los judíos. como el Monte del Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén el 31 de mayo de 2020. REUTERS / Ammar Awad

 

Soldados israelíes, apostados en los alrededores, estaban vigilantes el domingo ya que la reapertura de este lugar santo del islam se produce un día después de que la policía israelí matara a un palestino discapacitado de 32 años, Iyad Hallak, en la ciudad vieja de Jerusalén.

El joven, al que se creía armado, fue perseguido por la policía que le disparó, lo que ha suscitado una fuerte emoción.

El Fatah, partido laico del presidente palestino Mahmud Abas, denunció la “ejecución de un joven discapacitado”. Y algunas personas desfilaron el sábado por la noche cerca del cuartel general de la policía en Jerusalén y en Tel Aviv para denunciar la muerte de este palestino.

“La violencia policial mata”, o “Justicia para Iyad”, se leía en hebreo en las pancartas de los manifestantes que llevaban mascarillas. La policía prometió acelerar una investigación.

En internet circulaban fotos de Iyad Hallak con la etiqueta #PalestinianLivesMatter, (Las vidas de los palestinos cuentan) o #ICantbreath en referencia al movimiento Black Lives Matter (“La vida de los negros cuenta”) y a las manifestaciones contra el racismo que actualmente se registran en Estados Unidos.

Unas horas más tarde, unos 75 judíos ingresaron sin incidentes en la explanada, primer lugar santo del judaísmo bajo el nombre de Monte del Templo. Los judíos están autorizados a visitar el lugar durante horas precisas pero no pueden rezar, para evitar atizar las tensiones religiosas. AFP

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