El Gobierno argentino informó el jueves que extendió hasta el 28 de junio el actual confinamiento obligatorio para lidiar con el coronavirus en la capital y otras regiones, aunque flexibilizó los controles en otras áreas menos afectadas por la pandemia.
Hasta el jueves, el país -que en marzo decretó la cuarentena nacional para evitar que los contagios se dispararan- registraba 20.197 casos, de los que 608 fallecieron. Antes de ser renovada, se preveía que la cuarentena finalizara el próximo domingo.
“Los resultados nuestros siguen siendo buenos (pero) aún no superamos el problema”, señaló el presidente argentino, Alberto Fernández, en una conferencia de prensa.
El mandatario explicó que el 90% de los casos se han registrado en la ciudad de Buenos Aires y sus poblados suburbios, donde seguirán los estrictos controles, al igual que en áreas de algunas provincias como Córdoba y Chaco.
Pero la cuarentena se flexibilizará en la mayor parte del país, dando lugar a lo que Fernández llamó “distanciamiento social obligatorio”.
Reuters