Llegó a Portugal en 1995 con apenas 18 años y se instaló en una pequeña casa de campo llamada “vieja escuela” entre Lagos y Praia da Luz. Era su centro de operaciones. Trabajó vendiendo coches y traficando con drogas pero se le daba mejor robar.
Por larazon.es
Lo tenía fácil, estaba cerca de los lugares en los que los veraneantes pasaban sus días de descanso. Y frecuentaba la urbanización en la que estaba alojada la familia de Madeleine McCann cuando desapareció en 2007.
Pero además de robar tenía un problema mayor, sus instintos sexuales. Dos años antes de la desaparición de Maddie violó a una turista norteamericana de 72 años, delito por el que actualmente cumple condena en Alemania.
Este depredador sexual acumulaba numerosos delitos sexuales contra mujeres y niños antes de entrar en prisión según explicó Conzalo Amaral. uno de los investigadores del caso, y que dijo que fue descartado como sospechoso en 2008.
Pero ahora se ha sabido que habló de la desaparición de Madeleine en un chat y una llamada telefónica de 30 minutos le ubica en la zona donde desapareció la niña británica horas antes de los hechos. Los medios británicos apuntan a la posibilidad de que una serie de vídeos en los que se ven abusos sexuales podrían haber sido el detonante de la detención.
La versión oficial cuadra más con su historial y con el posicionamiento de su teléfono. Además, coincide con las pistas dadas por Scotland Yard, que reveló que un hombre con el pelo corto y de color claro fue visto acechando cerca del apartamento en cuestión el día en que secuestraron a Madeleine. Los detectives han dicho que el sospechoso puede parecerse mucho al retrato robot publicado en 2013.
Vivía a poco más de 3 kilómetros de Praia da Luz, en una casa de campo a la que llegó en 1995 y que abandonó pocos meses antes de la desaparición de Madeleine para instalarse en una autocaravana. La casa era propiedad de un británico y está situada en la ladera de una montaña cercana a un sendero que conduce a la playa a la que la familia McCann iba durante sus vacaciones.
Según los vecinos, se ganaba la vida comprando vehículos antiguos que reparaba en la finca y que luego revendía, lo que explica cómo pudo comprar la autocaravana y el Jaguar, que ahora están siendo investigados.
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