El Gobierno de Guatemala confirmó este sábado la muerte por COVID-19 de un agente de la seguridad del presidente del país, Alejandro Giammattei.
Un portavoz del Gobierno dijo a periodistas que el agente fallecido pertenecía a la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS), a cargo de resguardar al mandatario.
Giammattei había informado el pasado 8 de junio un total de 18 casos positivos en Casa Presidencial y el pasado jueves 11 de junio, tras un acto público del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, detalló que la cifra ascendió a 58.
“Hoy llegamos a 58. Suma y sigue”, aseveró a periodistas, a quienes indicó también que “nos hemos salvado como gatos panza arriba” en referencia a que personalmente no ha sido contagiado.
Los 58 casos positivos son trabajadores de Casa Presidencial y agentes de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS), a cargo de resguardar a Giammattei.
El gobernante aseguró el mismo domingo, tras divulgar los 18 casos iniciales, que realizaría sus actividades por “vía remota” pese a que según la prueba que le llevaron a cabo no era portador del virus.
Las autoridades no divulgaron más información este sábado sobre el fallecido, ni si existen más contagiados dentro de la guardia presidencial.
Al menos 550 funcionarios guatemaltecos han contraído la enfermedad, entre policías (más de 150), agentes municipales de tráfico, soldados, miembros del sistema de salud (al menos 225) y trabajadores de algunos ministerios, según varias fuentes estatales.
El Ministerio de Salud ha confirmado la muerte de dos miembros del sistema sanitario, el primero de ellos el 23 de mayo en un hospital en el oeste del país.
Guatemala ha contabilizado 9.491 casos de la COVID-19 en el país y 367 fallecidos por la enfermedad, más del 50 por ciento de los decesos en los últimos 11 días pese a que el primer caso fue detectado hace tres meses exactos
Según cifras oficiales, alrededor del 70 por ciento de los casos en el país se concentran en el departamento de Guatemala, donde viven aproximadamente cuatro millones de personas.
EFE