Carlos Ochoa: Songo le dió a Borondongo, Borondongo le dió a Bernabé

Carlos Ochoa: Songo le dió a Borondongo, Borondongo le dió a Bernabé

La canción que escuchamos en la voz inolvidable de la guarachera de Cuba Celia Cruz, sigue que Bernabé le pega  a Muchilanga, pero el personaje Bernabé Gutiérrez que es parte del plan para robarse las siglas de AD junto al bufete del gobierno, como llama el diputado y legitimo Secretario General de Acción Democrática Henry Ramos  al TSJ de Maduro, no le genera con este salto de talanquera ganancias honestas a Maduro, porque está claro que el objetivo es cuadrar una elección con una oposición a la medida, que  promueva la abstención de la mayoría nombrando directivas paralelas de los principales partidos de oposición, para hacerse de una Asamblea Nacional en una elección, que no va a contar con reconocimiento internacional ni piso político por mucho que se lo propongan, esta movida en contra de los partidos  es la constatación que en el madurismo no quieren ni desean una salida electoral verdadera, que implique una negociación seria con compromisos y condiciones equitativas, para destrancar el conflicto político y la aguda crisis que padece Venezuela, como muchos países y la Asamblea Nacional lo han expresado.

Bernabé Gutiérrez no tiene el talento ni el respaldo dentro de AD,  para el arrebatón que Maduro pretende consumar, no hay que ser militante ni simpatizante de Acción Democrátic para reconocer  que para muchos venezolanos AD es algo más que un partido, es una cultura política con raíces muy arraigadas en la sociedad venezolana, el adequismo o la adequidad, ha desarrollado una narrativa que con errores y aciertos, constituye parte importante de nuestra identidad política histórica.

Chávez en su delirio populista mesiánico, socavó por un rato con su verbo de predicador embaucador, a parte del pueblo adeco, repitió sin contenido, sin alma ni proyecto popular autentico, lo que en su oportunidad expresó el líder liberal colombiano Jorge Eliezer Gaitán poco antes de su asesinato, “que él no era él que era un pueblo”, poco tiempo después esa frase se le escuchó a Eva Perón en uno de sus encendidos discursos al pueblo argentino y por supuesto a Fidel  Castro, Salvador Allende, Evo Morales, Lula y más recientemente al Presidente de México López Obrador.

Chávez intentó robarse la emoción adeca y no pudo, no va ser Nicolás Maduro el que va a triunfar en esa empresa, el refrán popular que adeco es adeco hasta la muerte, toma contenido con este asalto al partido del pueblo, porque sin darse cuenta, ahora es que van a resucitar los adecos de toda Venezuela y van a resistir, nada más y nada menos que con el gran piache blanco como símbolo,  que  con la consigna  de Rómulo Regresa, expresada en las dos  erres de RR,  van a entonar ante la infamia del despojo, el canto miliciano  adeco, que nunca ha dejado de escucharse en ningún rincón de Venezuela.

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