Bernabé Gutiérrez no tiene el talento ni el respaldo dentro de AD, para el arrebatón que Maduro pretende consumar, no hay que ser militante ni simpatizante de Acción Democrátic para reconocer que para muchos venezolanos AD es algo más que un partido, es una cultura política con raíces muy arraigadas en la sociedad venezolana, el adequismo o la adequidad, ha desarrollado una narrativa que con errores y aciertos, constituye parte importante de nuestra identidad política histórica.
Chávez en su delirio populista mesiánico, socavó por un rato con su verbo de predicador embaucador, a parte del pueblo adeco, repitió sin contenido, sin alma ni proyecto popular autentico, lo que en su oportunidad expresó el líder liberal colombiano Jorge Eliezer Gaitán poco antes de su asesinato, “que él no era él que era un pueblo”, poco tiempo después esa frase se le escuchó a Eva Perón en uno de sus encendidos discursos al pueblo argentino y por supuesto a Fidel Castro, Salvador Allende, Evo Morales, Lula y más recientemente al Presidente de México López Obrador.
Chávez intentó robarse la emoción adeca y no pudo, no va ser Nicolás Maduro el que va a triunfar en esa empresa, el refrán popular que adeco es adeco hasta la muerte, toma contenido con este asalto al partido del pueblo, porque sin darse cuenta, ahora es que van a resucitar los adecos de toda Venezuela y van a resistir, nada más y nada menos que con el gran piache blanco como símbolo, que con la consigna de Rómulo Regresa, expresada en las dos erres de RR, van a entonar ante la infamia del despojo, el canto miliciano adeco, que nunca ha dejado de escucharse en ningún rincón de Venezuela.