La investigación sobre Madeleine McCann?, la niña británica de 3 años que desapareció durante sus vacaciones familiares en 2007 en un complejo de Praia de Luz, en Portugal, suma un nuevo capítulo.
Por: Clarín
Los forenses lusos, que siguen el caso desde el primer momento, encontraron más de 600 muestras y no lograron identificar a ningún sospechoso. Ahora, sus pares alemanes, quienes colaboran en el asunto, piden que se vuelvan a analizar esos registros, ya que creen que el avance de la tecnología podría dar datos esclarecedores. Pero los portugueses se niegan.
Las pruebas recogidas son, entre otras, cabello y saliva. Solo pudieron reconocer una muestra de saliva que encontraron en la colcha de Maddie en el departamento 5A de Ocean Club, que pertenecían a un niño que tiempo atrás había utilizado ese espacio.
El ADN no fue comprobado en ese entonces, ya que la tecnología no estaba tan desarrollada. Por eso, 13 años más tarde, los alemanes quieren que se reitere el estudio sobre una en particular: la saliva hallada en la almohada de la chiquita. Tras los resultados, realizarían una comparación con las muestras del principal sospechoso secuestrador, Christian Brückner, un pederasta detenido.
La negativa de la Policía Jurídica, según una fuente consultada por “The Mirror”, se debe a que “es una pérdida total de tiempo. Lo que es aún peor, es que ahora quieren hacerlo en sus laboratorios, como si los nuestros no fueran lo suficientemente buenos. ¿Por qué creen que su centro de pruebas de ADN es mejor que el nuestro? Esto es es una muestra típica de su arrogancia“.
No es la primera vez que rechazan un pedido de este estilo. En 2012, Scotland Yard (Policía inglesa) pidió lo mismo y obtuvieron una respuesta similar. Pero la relación entre alemanes y portugueses mantiene una tensión especial.
Desde Alemania desestimaron el profesionalismo de sus colegas y la forma en la que ellos trabajan, por lo que decidieron no compartir información. De lo contrario, se podría perjudicar la investigación, dicen.
Es por eso que el trato entre ambos saca chispas. La semana pasada, entre otras cosas, uno de los ex jefes del Instituto Nacional de Medicina Forense de Portugal, expresó que las muestras aún pueden servir.
“Todavía se mantienen en condiciones óptimas. A pesar de que han pasado 13 años, todavía es posible repetir las pruebas hoy. Las cosas no suceden tan rápido como lo hacen en series de televisión como CSI y pueden tardar días, semanas o incluso meses en completarse. Pero en términos de calidad, Portugal tiene uno de los trabajos forenses de más alta calidad de cualquier país”, se defendió.
Y continuó: “En el caso de Maddie, el trabajo forense realizado fue rápido y competente. El hecho de que hayan pasado 13 años no significa que los cientos de muestras recolectadas no puedan volver a revisarse. Había muestras de cabello, sangre y saliva entre la enorme cantidad de material que fue recogido y analizado. Los resultados de todo lo que se probó en 2007 están disponibles”.
En las últimas horas, el vocero de la fiscalía alemana de Innsbruck, que está encargada de investigar el caso, aseguró que los fiscales poseen “pruebas” de que “Maddie está muerta” y se lo han comunicado por carta a la familia. Los McCann habían declarado, en un comunicado publicado el martes en su sitio Internet, que la noticia que publicaron todos los diarios es “falsa”.
Los representantes de la fiscalía han dado a entender este miércoles por la mañana que el cuerpo no se ha encontrado. Pero reafirmaron su teoría del 4 de junio: que la chiquita británica está muerta.
“Yo no puedo por el momento revelar informaciones exactas que nosotros disponemos y que indican que nuestro sospechoso (Christian Brückner) ha matado a Madeleine” dijo el vocero alemán.