Actualmente el país pareciera estar divido por realidades, entendiendo “realidades”, según la Real Academia Española (RAE), como “la existencia real y efectiva de algo, la verdad; y lo que ocurre verdaderamente”. Partiendo de ésta definición, y sin ánimos de meternos en tesis filosóficas, centrémonos en esas realidades verdaderas de nuestro país…
La primera realidad, la oficial, esa de los mismos creadores de la tasa oficial, el precio oficial, los reportes oficiales, y demás, es la que justifica y excusa todo en base a la responsabilidad de un tercero o factores desestabilizadores externos; para ésta realidad, como para la mayoría de las realidades, sería demasiado autodestructivo responsabilizarse de algo, así que siempre tendrán una buena excusa que justifique y legitime absolutamente todo.
Un segundo escenario, totalmente opuesto del primero, se encarga de generar una amplia y basta cantidad de contenido para las redes sociales, siendo ésta la mejor vía de escape para drenar ese profundo sentimiento de indignación y nostalgia; la añoranza de lo que fue y el lamento de lo que no sabemos si será.
El tercero, es ese al que le dicen indiferente; ese que piensa aquí no pasa nada y la vida continua. Ésta realidad tiene apariencia inmutable, cada día es más individualista y se divorcia más del colectivo, siendo, a mi criterio, la más preocupante a la hora de hablar de inclusión social. Para ellos, lo único que importa es que tan rápido llega el delivery.
También tenemos una predominante, la realidad que tal vez ha sufrido más, la víctima sobreviviente, la que cohabita con los estragos de las carencias de forma directa, sin acceso a servicios básicos, sin buena alimentación, sin acceso a un sistema de salud y mucho menos a la educación. Una realidad sumida en una profunda desesperanza, tormento, ira, tristeza e incertidumbre de lo que sigue. Ésta se pasa la vida, resolviendo cada instante un nuevo desafío.
La última, la del libre albedrio, es la realidad que se siente con súper poderes y reina en la oscuridad, aquí se viaja con lingotes de oro en un avión, se explotan los recursos naturales con la legitimidad que reside en el poder del más fuerte, y pare usted de contar!!!
Pero, todas y cada una de las realidades tienen una sola cosa en común: coexistir en el mismo espacio territorial, con lo que pareciera ser la única tendencia irreversible; un país fragmentado en diversas realidades; todas vividas, sentidas e irrefutables.
Gracias a Dios esto es un simple artículo de opinión. ¿Y tú a que realidad le sumas?