Al El Marro el amor paternal le tendió una trampa. Fue una llamada telefónica interceptada por autoridades federales en la que planeaba visitar a su hija por motivo de su cumpleaños el pasado fin de semana, la que llevó a un operativo en el que no pudieron capturarlo pero sí le costó la libertad a su madre, su hermana y su prima.
De acuerdo a información confirmada por MILENIO con fuentes de primer nivel, fue el viernes cuando del Centro Nacional de Inteligencia detectó una conversación telefónica en la que José Antonio Yépez Ortiz, El Marro tenía contemplado romper el confinamiento y hablaba de su posible presencia en el festejo.
Las autoridades planeaban que el líder huachicolero pasara el Día del Padre tras las rejas. Pero otra vez fallaron.
Desde la Ciudad de México, en cuestión de horas, se orquestó un operativo en el que no se permitiría la participación de ninguna otra autoridad para evitar filtraciones. Salieron el sábado por la mañana rumbo a Guanajuato y tenían detectado un rancho de la comunidad rural de Celaya en donde, se estimaba, que sería la fiesta.
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