Actualmente las mujeres y las niñas refugiadas representan el 50% de la población refugiada en el mundo. Los riesgos a los que se exponen antes, durante y después de la huida, las convierten a menudo en víctimas de abusos, de violencia sexual y de género. Además, los conflictos las separan de sus maridos y familiares, teniendo que afrontar en solitario y en el exilio toda la responsabilidad y el cuidado de sus hijos.
Por Yelina Pérez Sánchez / La Estrella
“Por esta razón, los compromisos mundiales deben incluir el logro de la igualdad de género, el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas, y el cumplimiento de sus derechos humanos como principios subyacentes. Asimismo, deben abordar las necesidades propias de las mujeres y las niñas, incluir sus voces, y prever la rendición de cuentas ante ellas”, así lo manifestó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su portal oficial.
A fin de dar a conocer la realidad que enfrentan las mujeres refugiadas en el mundo, el pasado 18 de junio se efectuó el foro virtual: “Desafíos de las mujeres refugiadas para su integración exitosa en las comunidades de acogida”, en el marco del Día Mundial de la Personas Refugiadas, conmemorado anualmente el 20 de junio.
Durante la actividad se presentó la Declaración de mujeres refugiadas en Panamá, cuyo objetivo es “desplegar los problemas pertinentes que ellas enfrentan, así como plantear inquietudes, proporcionando una plataforma de peticiones para el logro de la igualdad y equidad de género, y el desarrollo sostenible de las comunidades donde se encuentran.
En ese sentido, Juana López Córdoba, viceministra de Gobierno y presidenta de la comisión nacional para la Atención de Refugiados en el país, reafirmó el compromiso del Estado por el respeto de los derechos humanos de todas las personas que se encuentran en el territorio nacional.
Igualmente recalcó que a raíz de la crisis sanitaria mundial por la pandemia de la covid-19 se ha incrementado la necesidad de visibilizar a las poblaciones más vulnerables, como son las mujeres refugiadas. “Las mujeres, por su condición de refugiadas o de solicitantes de protección internacional, se enfrentan a una serie de retos de integración específicos y sufren discriminación múltiple basada en una serie de factores, entre ellos se incluyen el sexo, el origen étnico o minoritario, además del componente de género. Todo ello genera una serie de factores de exclusión social.”
Roberto Mera, director de la organización mundial sin fines de lucro HIAS Panamá, reconoció el apoyo y la acción que ha tenido el istmo en los últimos años para la integración de las personas refugiadas.
En cuanto a la problemática que enfrentan las mujeres refugiadas, Mera hizo énfasis en que la organización está colocando muchos esfuerzos actualmente para reducir la violencia basada en género y la violencia hacia las mujeres “ayudándoles a acceder a instancias de protección en Panamá”, dijo.
“Actualmente el problema mundial de crisis sanitaria y las ásperas medidas de distanciamiento físico nos obligan a encontrar maneras inéditas y creativas de seguir brindando servicios y atención a quienes más lo necesitan, y nos reta a optar por este tipo de encuentros virtuales para continuar la labor de resaltar la importancia de estas fechas simbólicas en la lucha por los derechos humanos universales”, detalló el director de HIAS, la cual protege a los refugiados, incluidas las mujeres, niños y las minorías étnicas, religiosas y sexuales cuyas vidas están en peligro por ser quienes son.
Según la ONU, son muchas las razones por las cuales las personas refugiadas deben comenzar sus vidas en lugares alejados de sus familiares y de la patria que los vio nacer. Entre las más comunes está la persecución por temas políticos, religiosos, sociales, raciales y hasta sexuales, y de no dar este paso decisivo, pueden incluso poner en riesgo sus vidas.
En ese sentido, Sofía Amozurrutia, asistente senior de protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), detalló que muchas de las personas desplazadas forzosamente no pueden quedarse más en sus hogares y tienen que irse para proteger sus vidas y proteger las vidas de sus familias.
“En nuestra región, alrededor de 11 millones de personas se han visto obligadas a dejar sus hogares, incluyendo mujeres, niñas y adolescentes. En la medida en que nosotros tengamos mujeres que puedan acceder a sus derechos y ser incorporadas en la cadena productiva, vamos a reducir la brecha de la pobreza a nivel mundial. Por ello es muy importante que estas mujeres desplazadas puedan acceder a empleos decentes y a un mercado de trabajo equitativo”, recomendó Amozurrutia durante su intervención.
La campaña de 2020 busca sensibilizar a toda la humanidad para que, de una vez por todas, cese la discriminación, la violencia y la intolerancia entre los seres humanos.
Para Acnur, este es uno de los principales objetivos, una mayor inclusión de las personas, sin importar su condición social, ideología, creencia o preferencia, y de esta forma poder lograr mayor igualdad, justicia y equidad.
Es necesario el apoyo de las naciones
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, en conmemoración del día del refugiado resaltó que casi 80 millones de mujeres, niños y hombres de todo el mundo se han visto obligados a abandonar su hogar como refugiados o desplazados internos. “Y hay algo aún más impactante: de ellos, 10 millones lo hicieron solo en el último año”, explicó.
“Hoy también reconocemos la generosidad y la humanidad de las comunidades y los países de acogida, que suelen enfrentar sus propias dificultades económicas y relacionadas con la seguridad. Esos países merecen nuestro agradecimiento, nuestro apoyo y nuestra inversión”, dijo Guterres en un mensaje oficial.
Añadió que todos debemos trabajar para restablecer la integridad del régimen internacional de protección de los refugiados y cumplir las promesas contraídas en el Foro Mundial sobre los Refugiados, de modo que los refugiados y las comunidades que los acogen reciban el apoyo que necesitan.
“Este año, la pandemia supone una amenaza adicional para los refugiados y los desplazados internos, que se encuentran entre las personas más vulnerables. En mi reciente informe de políticas sobre la covid-19 y las personas en movimiento, exhorté a los gobiernos a que velaran por que se los incluyera en todas las actividades de respuesta y recuperación. Los refugiados y los desplazados internos también destacan entre quienes están actuando para marcar la diferencia en las primeras líneas de respuesta”, acotó.
Hoy, como cada día, nos unimos a los refugiados, nos solidarizamos con ellos y reconocemos nuestra obligación fundamental de cobijar a quienes huyen de la guerra y la persecución, comentó Guterres.