Debo decir que hubiese deseado, por primera vez, que el régimen madurista hubiese dicho la verdad, que en realidad tenían bajo control la pandemia y que haber tenido las tasas más bajas de conectividad aérea y turismo del planeta, paradójicamente nos había favorecido en estos momentos. Pero es imposible esperar veracidad de una dictadura que hasta cuando dice la verdad miente. No había nada bajo control, los más de tres meses que la población venezolana permaneció encerrada no sirvieron para aplanar la curva, sino para aplastar la protesta social, las ganas de cambio y las demandas que día a día se acrecientan en una Venezuela sin gasolina, sin agua, sin luz y sin porvenir.
Cuando la Academia de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales alertaron sobre una base científica el escenario que se podía vivir en el país, lo único que hicieron fue amenazar a sus miembros con la “operación Tun, Tun”. Una verdadera desvergüenza, que es propia del régimen de donde proviene. Hoy, cuando la situación empeora según las propias cifras maquilladas y grandemente subestimadas de la dictadura que muestran un repunte de la pandemia, a los represores del régimen no les queda sino gritar “¡Cárcel para el COVID-19!”. Quizás piensen que solucionando la crisis sanitaria como “solucionan” todos los problemas del país, logren acabar con la pandemia. Quizás ordenen encerrar al virus en ¨La Tumba¨, mientras la cepa de un virus mucho más mortal sigue en el poder cobrando vidas diariamente.
@Brianfincheltub