Ángel Lombardi: El “problema” del Esequibo

Ángel Lombardi: El “problema” del Esequibo

Toda frontera y sus problemáticas respectivas, para explicarlas, hay que situarlas en perspectiva histórica y geo-política y son de largo-plazo. 
El Esequibo formó parte del imperio español de América, igual que Trinidad/Tobago, desde 1529, y estuvo vinculado con lo que después sería Venezuela hasta finales del siglo XVIII.

Desde 1777 formó parte de la Capitanía General de Venezuela, creada por España y desde 1786, adscrita a la Real Audiencia de Caracas. Pero los ingleses siempre tuvieron interés en esos territorios conquistados por España y logró poseerlos.

En 1796-97 ocupan el Esequibo, y en 1802, Trinidad, cuando España estaba dominada por los franceses y la “permutan” Trinidad/Tobago por Menorca, en el Mediterráneo. Para el imperio inglés, con estos territorios, controlaban la “salida al mar” del estratégico e importante Orinoco y se hacían con el control del “paso” entre el Atlántico-Norte y el Atlántico-Sur.





Cuando nace la república de Venezuela en 1811, se define territorialmente en los mismos límites de la Capitanía General, que incluía el Esequibo (casi 160.000 km²), pero que ya estaba ocupado de hecho por los ingleses.Hay un principio geo-político fundamental y es la “ocupación de un territorio” y el Esequibo, lamentablemente nunca fue ocupado de manera eficiente, por Inglaterra y lamentablemente, tampoco por la naciente República, desgarrada por sus guerras internas entre caudillos.

La primera reclamación formal se hizo en 1897 y se acordó un Laudo-Arbitral que en 1899 favoreció ampliamente a Inglaterra y apenas se nos reconoció menos de un 20% del territorio reclamado, en la fachada atlántica, que tampoco Venezuela protegió de manera “eficiente” porque no aceptó el resultado del laudo. La nueva reclamación se hace en 1966, casi 70 años después en la ONU, se acuerda una “negociación” directa, y Guyana ya no era inglesa, se había independizado en 1962.

Hubo negociaciones diplomáticas de diferentes maneras, hasta que la ONU, en 2018, en vista que no había acuerdo, traslada el “problema” a la Corte Internacional de Justicia.

El gobierno venezolano decidió no asistir como contra-parte….

Y así estamos.

Un tema difícil y polémico.