Tras el repunte de casos de Covid-19 en Venezuela, la alcaldía de Sotillo decidió, junto a los comercios formales, la parada obligatoria de actividades a solo 3 días por semana de el principal centro de abastecimiento de alimentos en el oriente del país.
La medida se tomó tras la detección de focos de insalubridad, aglomeración de personas, contaminación, entre otros que podrían ser caldo de cultivo para crear un foco de Covid-19.
Herminia Garcia, alcaldesa de Sotillo, dijo que “a pesar de que la mayoría de los comercios formales han cumplido con la medida, hemos recibido muchas denuncias sobre la cantidad de personas en sus alrededores, los comerciantes informales y algunos comercios no cumplen las medidas de distanciamiento social, ni higiene y seguridad”.
Inmediatamente cerca de 300 comerciantes informales, de los 3000 censados, generaron acciones de protesta ante la medida.
“Queremos el mercado abierto, no queremos que nos reubiquen, ni que nos digan cuando trabajar”, dijo Julián Castro, vendedor informal, respecto a la medida preventiva.
Maritza Montilla, habitante de la zona, dijo que “los conocidos bachaqueros son un riesgo, no usan tapabocas, nada de protección, les cierran el mercado y se nos instalan aqui” haciendo referencia a la movilización del comercio informal hacia otras calles de la ciudad.
Los comerciantes formales, aunque no quisieron identificarse por temor a represalias, apoyan la medida, pues dicen que ellos cumplen con las normas sanitarias establecidas pero en la calle no lo hacen.
Nota de prensa