El Departamento de Estado de Estados Unidos, encabezado por Mike Pompeo, ofreció este martes 21 de julio una recompensa de cinco millones de dólares por Maikel José Moreno Pérez, el presidente del Tribunal Supremo (TSJ) al servicio del régimen chavista de Nicolás Maduro.
En un comunicado, Pompeo también sancionó a Moreno y su esposa por estar envuelto “en una significativa corrupción” y aseguró que este “había recibido sobornos para influir en el resultado de casos criminales y civiles en Venezuela”.
“Moreno recibió sobornos a cambio de acciones judiciales, como ordenar a jueces de tribunales inferiores que liberen a acusados específicos o desestimen casos particulares, algo que ocurrió en más de 20 procedimientos judiciales”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense en su nota.
En Twitter, Pompeo afirmó que Moreno es un “compinche” de Nicolás Maduro, y explicó que la acción de hoy busca enviar un mensaje claro: “EE.UU. se posiciona firmemente contra la corrupción”.
Según EE.UU., Moreno, que preside el TSJ desde 2017, coqueteó con la posibilidad de alejarse del chavismo cuando el 30 de abril de 2019 el presidente encargado Juan Guaidó protagonizó un levantamiento con un grupo de militares que desembocó en manifestaciones, pero no derrocó a Maduro.
En marzo de este año, los fiscales del estado de Florida acusaron a Moreno de lavado de dinero y otros crímenes relacionados con esos supuestos sobornos que recibió en Venezuela.
En total, en ese momento, EE.UU. presentó cargos contra 15 funcionarios o exfuncionarios venezolanos, entre ellos Maduro al que acusó de narcotráfico y por el que ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por cualquier información que lleve a su captura.
En mayo de 2017, el Gobierno estadounidense también sancionó a Moreno y otros siete magistrados poco después de que el Tribunal Supremo de Justicia privara de todas sus funciones a la Asamblea Nacional.
Desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, en enero de 2017, la relación bilateral con el régimen chavista se ha tensado.
EE.UU. fue el primer país del mundo en reconocer en enero de 2019 a Guaidó como jefe de Estado interino de Venezuela y, desde entonces, ha liderado una campaña internacional para aislar a Maduro mediante la imposición de sanciones.
Con información de EFE